No hace falta decir que desde el punto de vista de gestión de grupos, administración de energías, roles y decisiones estratégico-tácticas, la temporada del entrenador de los Cavs, David Blatt ha sido altamente exitosa. El experimentado entrenador, debutante en la NBA pero de gran campaña y reconocimiento en Europa, ganando la Euroliga con el Maccabi Tel Aviv y medalla de bronce con la selección de Rusia en Londres 2012 como máximos logros, ha dado muestras de sabiduría, más allá de la influencia del gran LeBron James, marcó un camino y enderezó el rumbo del equipo a mitad de temporada cuando las duras críticas azotaban el Quickens Loans Arena. También padeció las lesiones de sus titulares, primero Anderson Varejao y en las instancias de definición sufrió las bajas nada menos que de Kyrie Irving y Kevin Love y sin embargó supo siempre como buscar la solución para que sus dirigidos sigan rindiendo al máximo. Uno de sus puntos a destacar fue el pedido de incorporar a un conocido suyo del equipo nacional ruso, Timofey Mozgov, hombre clave en la mejora del juego defensivo y referencia importante en ataque en varios de los partidos de playoffs.
“Entiendo mejor el equipo. Sé como deben funcionar las cosas”
Estos dichos expresados ante algunos medios de prensa confirmaron definitivamente la continuidad de Blatt al frente de los de Ohio. Por otro lado el GM de la franquicia ha manifestado: “Ha formado un equipo que está listo para volver a darlo todo la próxima temporada”.
Por lo tanto la derrota en las finales ante Golden State Warriors no marcó en absoluto el fin del equipo y mucho menos el haber considerado a esta como la última oportunidad de ganar el tan preciado anillo, sino que por el contrario, es el inicio de una nueva era de los Cavs, y de la cual Blatt seguirá siendo el jefe del vestuario.