A muchos no nos ha dado tiempo aún de digerir las pasadas finales (sí, a unos más que a otros Draymond), queriendo exprimir al máximo todo lo que nos ha ofrecido esta fantástica serie entre Guerreros y Caballeros. Los triples de Steph Curry, el incombustible LeBron James y las espectaculares acciones de Iguodala no quieren abandonar nuestras retinas. Pero debemos cambiar el chip, ya que nos encontramos a horas de presenciar otro plato fuerte de la NBA que no es otro que la ceremonia del Draft.
Con este acto, la liga se nutre de jóvenes promesas de las cuales se espera que lideren la NBA en unos años. Acertar en las primeras elecciones requiere un gran trabajo (podemos estar hablando de años de scouting) y, por supuesto, suerte. Pero a medida que las franquicias van escogiendo sus favoritos, seleccionar se hace cada vez más complejo y es entonces cuando se produce una síntesis de suerte y arte, no quedando claro el porcentaje de cada uno. Como resultado tenemos un término ya bien conocido en el mundo de la canasta: un robo.
La frontera entre dicha elección y un pick «seguro» no se puede determinar, pero estaréis de acuerdo en que si un jugador drafteado en la posición 24 produce resultados positivos, nos encontramos ante un robo. Esta cifra, 24, es la protagonista de este artículo, con el que pretendo llevaros años atrás y mostrar grandes nombres del baloncesto que aquella síntesis anteriormente nombrada hizo que fueran a parar a aquel tardío pick. Teniendo en cuenta los últimos 30 años, prácticamente las dos terceras partes de los jugadores elegidos en esta posición lograron o han logrado ser reconocidos por casi todo buen aficionado a este deporte, algo nada común para esta selección cercana a la segunda ronda. Comencemos.
Año 1985. Los Portland Trail Blazers, con un récord de 42-40, fueron eliminados en segunda ronda de playoffs por Los Angeles Lakers de Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, James Worthy y Byron Scott. Casi nada. En aquellos Blazers había dos prometedores jugadores, Clyde Drexler que ya mostraba su valía en su segundo año en la liga; y un rookie que años más tardes pasaría a la historia de la NBA y no por méritos propios, Sam Bowie (sí, aquel que fue seleccionado antes que un tal Michael Jordan). Ese año, la franquicia de Oregón conseguía en el Draft al base Terry Porter. Con él como escudero de Drexler, los Blazers llegaron dos veces a las finales de la NBA, ambas sin trofeo. Terry Porter fue dos veces All-Star y su dorsal 30 está retirado en Portland. Poco después de colgar las botas (17 años como profesional) Porter decidió enrolarse en los banquillos, llegando a ser head coah de los Milwaukee Bucks y Phoenix Suns.
Un año más tarde de la elección de Porter, Portland contaba de nuevo con el pick 24 tras haber realizado un movimiento a tres bandas con Celtics y Clippers. A través de él se hacían con la leyenda del baloncesto europeo: Arvydas Sabonis. Éste fue seleccionado por Atlanta en la misma edición del Draft que Terry Porter, pero la elección fue anulada puesto que tenía menos de 21 años. Su debut en la NBA no se produciría hasta el año 1995. Las lesiones no le permitieron triunfar del todo en la liga norteamericana, pero su figura será recordada por sus grandes años en Europa, llegando a ser nombrado seis veces mejor jugador del continente y siempre liderando a la magnífica selección de la Unión Soviética de los 80.
En el año 1988 los Boston Celtics elegían a Brian Shaw. Disputó 14 temporadas en la NBA siendo un buen role player, perfil que le permitió hacerse un sitio en los tricampeones Lakers de Shaquille O’Neal (al que servía excelentes pases de alley-oop) y Kobe Bryant. En el 2005 empezó su andadura en los banquillos, siendo entrenador asistente para los propios Lakers y Pacers. En 2013 subió un escalón más y se convirtió en head coach de los Denver Nuggets, dirigiendo al conjunto de Colorado hasta ser despedido al finalizar este curso.
Si junto al nombre de Brian Shaw escribo Rick Fox, Derek Fisher y Monty Williams, es muy probable que vuestra mente una a todos ellos de forma que el resultado cobre sentido, como si de piezas de puzzle se tratara. Y sí, una vez más, todos ellos fueron elegidos en la posición 24 del Draft. Vayamos por partes.
Rick Fox fue escogido en el año 1991 mientras que Derek Fisher hizo lo propio en el 96. Al igual que Brian Shaw, ambos figuraban en el roster angelino campeón de la NBA en los años 2000, 2001 y 2002. Sus aportaciones fueron esenciales para cosechar dichos títulos y tras O’Neal y Kobe eran los jugadores que más minutos disputaban en las finales. El pasado año Fisher decidió seguir los pasos de Shaw y se convirtió en entrenador de los New York Knicks, puesto que actualmente mantiene. Otro miembro que pertenece a esta hornada de jóvenes entrenadores que lidera Brad Stevens (que no se note los colores que defiendo, pero estas dos últimas temporadas así lo avalan) es Monty Williams. El que fuera entrenador de New Orleans durante las pasadas cinco temporadas fue elegido en el Draft de 1994 y jugó nueve temporadas en la NBA.
En 1992 sería elegido el segundo nombre propio (junto a Porter) de este particular pick 24: Latrell Sprewell. Fue seleccionado por Golden State Warriors, franquicia en la que brilló seis temporadas, tres de ellas disputando el partido de las estrellas. Continuó su carrera en los Knicks (otra participación en el All-Star) y jugó sus dos últimas temporadas en Minnesota Timberwolves. Allí compartió vestuario con un magnífico base, Sam Cassell (1993), curiosamente también elegido en la posición 24. Ganó tres anillos y participó una vez en el All-star en sus quince años de carrera.
A partir del año 1999 se produce la elección de varios jugadores europeos a la misma altura del Draft que todos los mencionados anteriormente. Algunos tuvieron más éxito que otros, como es el caso de Andrei Kirilenko que aterrizó en los Estados Unidos un año antes del cambio de siglo. Polivalencia, producción y elegancia, todo en uno. Fue una vez All-Star, lideró una temporada en tapones por partidos y fue una vez elegido en el mejor quinteto defensivo de la liga. Dos años después, Raúl López era seleccionado por los Utah Jazz. Nunca sabremos hasta dónde podría haber llegado el base nacido en Vich, Barcelona, de no haber sufrido continuas lesiones a lo largo de su carrera. Es sin duda uno de los mayores talentos de la historia del baloncesto español. En el 2002, Nenad Krstic era escogido por New Jersey Nets. El serbio tuvo buenas temporadas en la NBA, siendo el pívot titular de los equipos en los que jugó. Pese a esto, en la temporada 2011/12 decide volver a Europa donde actualmente sigue jugando. Su sobresaliente juego de espaldas a canasta y buena muñeca hacen de él uno de los mejores interiores del viejo continente. Otro jugador que hoy día domina en Europa es Rudy Fernández. El alero del Real Madrid no logró triunfar en la NBA donde fue seleccionado por los Suns en 2007 aunque traspasado inmediatamente a Portland. Allí no contó con la confianza de su entrenador Nate McMillan y a los pocos años (tras un fugaz paso por Denver) decidió regresar a España. Para cerrar este grupo formado por jugadores procedentes de Europa que fueron drafteados con la famosa #24, hacemos mención de Serge Ibaka. El congoleño de pasaporte español es uno de los pívots con mayor intimidación de la NBA y su progresión no ha hecho más que aumentar año tras año. Fue elegido por los Seattle SuperSonics en 2008.
En lo referente a jugadores que actualmente tienen un hueco en la NBA al igual que Ibaka encontramos a Kyle Lowry (Draft 2006), Reggie Jackson (2011) o Tim Hardaway Jr (2013).
En cuanto al jugador elegido el pasado Draft 2014, Shabazz Napier, destacar que fue el MVP de la Final Four de la NCAA del mismo año, aunque su temporada rookie ha sido bastante inconsistente.
También merecen ser nombrados jugadores como Dwayne Schintzius (1990) conocido por su inconfundible peinado mullet o Delonte West (2004), jugador de enorme calidad pero con serios problemas mentales.
Para finalizar queda por responder la siguiente pregunta: ¿qué equipo cuenta con la elección 24 del presente Draft? Cleveland Cavaliers, franquicia que ha contado con cuatro de los últimos doce número 1 del Draft. Veremos si esta elección también trae un jugador interesante para el amante del baloncesto.