La era del pívot no ha muerto

Pero ha sufrido una severa transformación
FOTO: KEITH ALLISON (CC)

Llegado el fin de la temporada, con unos nuevos y flamantes campeones, toca hacer balance de las consecuencias a corto, medio y largo plazo, de lo que supone que un equipo como los Warriors hayan ganado el anillo.

Definición de Pívot por WordReference: «En baloncesto, jugador generalmente de gran estatura que actúa en las proximidades de los tableros y cuya misión principal es recoger rebotes y encestar desde posiciones cercanas a canasta».

Los Warriors han realizado una de las mejores temporadas de la historia jugando con un 5 «vieja escuela» como puede ser Bogut. Pero llegado el momento de la verdad, las finales, han prescindido de él totalmente, y han jugado con un 5 que roza los 2,01 metros de altura.

FOTO: MATTHEW ADDIE (CC)

¿Por qué?

Para abrir la pista, subir el ritmo y mejorar la circulación del balón, todo esto, necesario para encontrar el ansiado espacio ofensivo. Han podido realizar esto, de esta manera, porque cuentan con un jugador único o muy especial si no sois de hipérboles, Draymond Green, que puede defender desde el 5 hasta el 1, y proporciona una versatilidad ofensiva y defensiva perfecta y necesaria para que ese esquema funcione.

FOTO: WIKIMEDIA (CC)

Tras el buen resultado, las voces apocalípticas no tardaron en vaticinar el fin de la era de los pívots, la llegada del small ball como solución lógica a la falta de hombres grandes con talento. Pues bien, relacionando este tema con el próximo evento importante de la NBA, el Draft, hay razones para pensar que estas «profecías nostradamicas» no se van a cumplir, porque no es que la era del pívot vaya a desaparecer, no es que los hombres altos vayan a tener un uso residual como en estas finales, no. Lo que va a pasar y está pasando, es que la figura del pívot va a cambiar, se va a transformar, está evolucionando, y atención, spoiler alert, esto lleva pasando desde que el baloncesto es baloncesto.

El juego cambia, no por puntuales cambios de reglas, que también y mucho, sino por los jugadores, los jugadores evolucionan, el físico evoluciona, ya no tenemos figuras extremadamente superiores como eran Bill Russell, Wilt Chamberlain o  Shaquille O’neal. Los jugadores cada vez son más grandes, más fuertes, más rápidos, más ágiles y saltan más, las diferencias se acortan.

Todo este avance físico, hace que la pista se quede cada vez más pequeña, a lo que si le acompañas el progreso técnico y el amor por la estadística avanzada, te sale un abuso del triple recién hecho y listo para emplatar.

Los equipos necesitan espacios, y los encuentran tirando de tres puntos, con la falta de espacios, el tiro de media distancia se encuentra bajo mínimos, porque simplemente, es menos productivo, vale un punto menos y es más fácil de defender. Pero las defensas también evolucionan, y usando cambios continuos de emparejamiento, consiguen paliar la ventaja producida tras bloqueo, y evitar el triple. Parece sencillo, pero esto funciona en equipos con jugadores muy versátiles, que pueden defender muchas posiciones y que cuando cambian de emparejamiento, no producen un miss match (desequilibrio), como en el caso de los Warriors.

¿Y por qué digo que la era del pívot no ha muerto?

La evolución es inevitable si no se produce un aumento de las medidas de la pista, y aun con esto es complicado, la llegada de «pívots modernos» va a ser una cosa habitual según avancen los años, puede que el que más represente este concepto actualmente es Marc Gasol, un jugador capaz de pasar y tirar de larga distancia, además de otras muchas cosas.

En este Draft, nos encontramos con dos perfiles de este «pívot moderno» representados en tres jugadores, cada uno con sus particularidades, y con algo que aportar a esta nueva concepción del baloncesto.

Siguiendo con la versatilidad defensiva, Willie Trill Cauley-Stein, es el representante del pívot moderno por antonomasia. Un 7 pies (2,13 metros) que puede defender las 5 posiciones, la versatilidad hecha jugador de baloncesto, y midiendo 12 cm más que Green, una barbaridad de la genética. Las finales hubieran sido totalmente diferentes si el pívot de los Cavs hubiese sido Stein y no Mozgov.

 

Y en el apartado del tan ansiado espacio ofensivo, nos encontramos dos jugadores, también 7 pies, como son Kristaps Porzingis y Myles Turner, que pueden abrir la pista en ataque, con su tiro de larga distancia (en especial Porzingis), pero que además en defensa, son buenos taponadores y reboteadores (en especial Turner).

Raras combinaciones, técnicas y físicas, que demuestran que las posiciones en el baloncesto son un ente vivo, que irá evolucionando según dicte el tipo de juego que se practique en cada momento, pudiendo llegar a decir que ya no hay posiciones por sí mismas, sino que hay apartados a realizar en un partido y tienes que tener jugadores que los realicen, midan lo que midan.

En conclusión, la definición de WordReference, se nos queda corta, y en poco tiempo habrá que cambiarla, porque, el pívot señores y señoras, ni se crea ni se destruye, solo se transforma.

 

 

 

greennbaNBA en españolpivotPorzingisSomosBasketsteinTurner
Comentarios (1)
Dejar comentario
  • Eduardo

    Excelente Reportaje.