Tal y como anunciaba en su Twitter Candace Buckner (@CandaceDBuckner) David West, que este próximo verano cumplirá 35, ha declinado la opción que tenía para renovar su contrato con los Indiana Pacers, a razón de 12,6 millones de dólares y que le vincularía a la franquicia un año más.
De este modo, el natural de New Jersey se convertirá en agente libre, y a partir del 1 de Julio podrá empezar a recibir ofertas y deliberar su futuro. Puede que, como confesó haber hecho la pasada temporada, West se plantee colgar las botas. La edad, y una temporada que ha transcurrido con alguna que otra molestia (de hecho no pudo comenzar la temporada por una lesión en su tobillo) sean claves a la hora de sopesar una posible retirada. Cierto es que parece muy improbable que sea así, y será muy interesante ver qué equipos se interesan por él, y si Larry Bird se decide a apostar fuerte por su continuidad en la franquicia de Indianápolis.
Esta temporada David West ha promediado 11,7 puntos y 6,8 rebotes por partido. Cierto es que, en cuanto a anotación, es su marca más baja desde su segundo año en la liga, pero ha sido una pieza clave en la segunda unidad de los Pacers. Esto no será solo un palo para el equipo dentro de la pista, sino que también influirá dentro del vestuario, donde “D-West” era, sin lugar a duda, uno de los pilares. Su veteranía, sus años en la franquicia y su carácter lo habían llevado a ser alguien muy importante para todos sus compañeros, y si finalmente se confirma su marcha, su ausencia se notará, y mucho.
A pesar de llevar 12 años en la NBA, el que fuera elegido en el puesto 18 del Draft del 2003, tan solo ha militado en dos equipos, los New Orleans Hornets y los Pacers. Siempre se sentirá muy identificado y comprometido con la franquicia de Indiana, pero quizás el estar llegando al final de su carrera le haga plantearse un cambio de aires, buscar experiencias nuevas… o puede que simplemente esté sopesando la opción de aportar desde la segunda línea en un equipo con opciones reales al título. Aunque pensándolo bien, con el regreso de Paul George, los de Frank Vogel vuelven a optar a todo… ¿no?