Los Sixers draftean a Jahlil Okafor en la tercera elección

Los Sixers siguen apostando por hombres altos
Mike Prytton (cc)

Cinco minutos después de la sorpresa de los Lakers al elegir a D’Angelo Russell en el puesto dos, los Sixers apostaron por el interior campeón de la pasada edición de la NCAA con Duke, Jahlil Okafor.

Sam Hinkie sigue con su táctica de escoger al jugador con más potencial aún por elegir, olvidando cuáles son las necesidades del equipo. Con Okafor de 4-5 se crea un overbooking de interiores en la franquicia pensilvana. A los interiores elegidos en las dos últimas ediciones de Draft (Noel y Embiid), se le suman nombres más secundarios como Thomas Robinson, Henry Sims, Aldemir, Grant y hasta Saric; para un total de 8 interiores en la actual plantilla. Y sigue faltando un base titular. Eso nos hace plantear si Okafor, con muy buen cartel en la liga, puede salir, o si se queda finalmente en lugar de Embiid o junto a él.

Pero dejando de banda la construcción del equipo, Okafor es un refuerzo de lujo para estos Sixers y se adapta perfectamente al juego rápido y anárquico que propone Brett Brown. Os analizamos el porqué:

Jahlil Okafor es un jugador de 19 años del que se lleva hablando desde el instituto. Se trata de un prospect ágil pese a sus 2.12 m. y con mucha movilidad, que le permite jugar de fuera para dentro para anotar la mayoría de los puntos en la zona. En la pintura anota el 74% de tiros que intenta, algo sorprendente. Lo tiene todo para dar mucho que hablar en la liga, ya que posee un buen físico que combinado con su agilidad pueden ser letales. Además corre la pista con facilidad, por lo que se trata de un pívot dinámico y potente a la vez, pese a sus 122 kilos.

Juega bien de cara y de espaldas a aro y posee buenos movimientos en el poste. Los consideramos un buen finalizador en estático, pero también le hemos visto rematar contraataques desde el tráiler o jugadas de pick&roll. Tiene una gran variedad de recursos en el poste, desde ganchos hasta tiros contra tabla.

Pese a tener solo 19 años tiene temple y sabe donde pasar en el momento adecuado. Mide bien los tiempos del pase y no suele errar muchos. Puede favorecer a la movilidad de balón que busca Brown e incluso servir en bandeja balones para Noel, que será su fiel escudero.

Sigue muy bien las jugadas tras fallo y es capaz de palmear balones tras error y rematar con mates poco estéticos pero efectivos. Eso le irá fenomenal al equipo con peor porcentaje en tiros de campo de toda la liga. Tiene unas manos enormes que le permiten hacer estos palmeos, aunque también juega a su contra tenerlas, ya que solo anota un paupérrimo 51% en tiros libres.

Siguiendo con sus debilidades podríamos destacar que no se trata precisamente de uno de los mejores del draft. Kaminsky andó a sus anchas contra Okafor. Si encuentra un entrenador que le ayude a mejorar en ese aspecto puede mejorar mucho ya que, su problema no es para nada el físico, sino de mentalidad.

Le falta agresividad y le cuesta mantener el contacto con su par en defensa. Así como en ataque busca el contacto para sumar los dos puntos lo más cerca posible del aro, en defensa hace justo lo contrario. Sus piernas son bastante lentas y le cuesta reaccionar. Tiene que mejorar las ayudas tras bloqueos directos, ya que suele dejar al base desprotegido.

Al contrario que Noel, no se trata de un pívot intimidador y protector de la canasta en defensa, más bien es el sitio donde debas entrar si quieres anotar. Le costará jugar de 5 en defensa si pretenden que juegue él debajo del aro.

Pero en definitiva, junto con Noel pueden formar una gran pareja interior. A Philadelphia le falta un jugador grande al que pasar la pelota cuando haya caos en ataque y crear así un desajuste defensivo, y Noel no es capaz de crear mucho peligro por si solo. En la anterior temporada, ante la falta de un interior puro como Okafor, los Sixers vivían tras la línea de 3.  Al jugador, Philadelphia le viene como anillo al dedo. Al tratarse de un jugador de tan solo 19 años con todo el tiempo del mundo para pulir sus defectos, defectos que además son entrenables, hacen que pueda desarrollar su futuro con total tranquilidad y sin presión. Si nadie se ha quejado de Noel o Embiid tras verlos sentados un año, no se quejaran de Okafor si falla al principio. Ya desde un punto de vista de franquicia, el ex de Duke se convierte en un refuerzo interesante para el futuro de los Sixers, y una razón más para creer en la eterna reconstrucción de Hinkie.

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