
Michael Beasley es de esos jugadores talentosos a más no poder pero con un problema en el apartado psíquico que les impide rendir al 100%. Fue un número 2 del Draft de 2008 y los seleccionaron los Heat, pero nunca cuajó y los problemas se sucedieron desde el primer campus de preparación para los rookies (le pillaron con marihuana y fe expulsado del mismo). La paciencia de los de Florida se agotó y fue traspasado a Minnesota primero, y luego estos lo enviaron a los Suns.
Nadie logró enderezarlo y se fue a China, pero los Heat son un equipo de segundas y terceras oportunidades, y a mitad de temporada volvieron a firmarle por tercera vez, y parecía que esta era la buena. Sin embargo, se reservaron una opción de equipo para el siguiente año por si las cosas no salían como se esperaba. No ha rendido del todo mal en la media campaña que ha jugado (8.8 puntos, 3.7 rebotes y 1.3 asistencias de media), pero su juego ha seguido siendo el de siempre. Un jugador muy anárquico, de estos que cuando le pasas el balón ya puedes ir olvidándote de la jugada que estabas montando e irte a defender o a por el rebote.
Así, ni Spoelstra ni Pat Riley han terminado del todo contentos con él y con la necesidad de ganar espacio salarial para las renovaciones de Dragic y Wade, Beasley era candidato a salir del equipo; y así ha sido. Ahora se convierte en agente libre y puede explorar el mercado, pero no es probable que vaya a recibir muchas ofertas ni de calidad. Siempre puede volver a China, o esperarse para que los Heat le den una cuarta oportunidad, nunca se sabe.