
Tal y como se esperaba que sucediera, Dwyane Wade renunció ayer a su opción de jugador, por la cual hubiese renovado su contrato con los Heat por una temporada a cambio de $16M. Ahora, el de Chicago es agente libre sin restricciones y puede negociar libremente con cualquier franquicia un nuevo acuerdo.
Como ya informamos en su día, había otras franquicias interesadas, entre las cuales estaban Cavaliers y Lakers, ambos con dos reclamos fuertes como son LeBron y Kobe. Sin embargo, los Heat siempre han sido una prioridad para Wade si le ofrecen lo que pide. Así pues, ahora le toca a Pat Riley y el staff directivo de los Heat decidir si vale la pena el esfuerzo económico que se necesitaría para llegar a los aproximadamente $20M que pide el escolta.
Con al renovación de Deng y la adquisición de Winslow, parece menos dolorosa la posible pérdida de Wade a nivel deportivo, pero es evidente que el vínculo entre Flash y la comunidad de los Heat es algo más que eso. Ha sido el buque insignia de la franquicia desde su llegada en 2003 y les dio el primer título de su historia en 2006, con una exhibición en las Finales digna de tenerla en la vídeoteca de casa. Así pues, Riley no debe solo pensar en lo deportivo (hoy por hoy puede que no valga lo que pide, y de hecho él mismo comenta que es para compensar un poco todo el dinero sacrificado durante el Big Three), sino que debe pensar también en los aficionados, en la ciudad y en todo lo que ha aportado Wade a esta franquicia.
Esta misma semana hay prevista una reunión entre ambas partes que podría determinar el futuro del jugador.