Las oficinas de los New York Knicks han tenido muchísimo trabajo en esta primera quincena de julio, en la agencia libre se concentraban todas las esperanzas para formar un equipo que sea competitivo desde ya, dejando atrás la campaña pasada, donde tuvieron el segundo peor récord de toda la NBA. Sin haber firmado a las grandes estrellas del mercado, la franquicia neoyorquina ha conseguido realizar un proyecto con sentido y, para los últimos retoques, han aprovechado a jugadores con reciente pasado Knickerbocker.
Lou Amundson llegó a Nueva York como parte del traspaso que llevó a Iman Shumpert y a JR Smith a los Cleveland Cavaliers. El pívot llegó a una franquicia que era más un solar que un equipo de baloncesto, por lo que tuvo las oportunidades necesarias para hacer un buen papel. A sus 32 años de edad y tras 9 años como profesional ha batido todas sus marcas personales: en minutos con 20, en puntos con 6, en rebotes con 6…
Su energía e intensidad le han hecho merecedor de un nuevo contrato con los Knicks a razón de una temporada y 1’6 millones. Derek Fisher, entrenador de los New York Knicks, ha declarado a Newsday que la contratación de Lou Amundson fue siempre una prioridad:
«Obviamente, priorizamos la vuelta de Lou» confirmó Fisher, «y nos sentimos bien desde el momento que se unió a nuestro equipo al final de la pasada temporada. Él tiene muchas cosas que nosotros queremos tener. Es un trabajador y confiamos en él por todo lo que nos ha aportado.»
Pese a estas buenas palabras y los minutos que tuvo la pasada temporada, da la sensación que con los fichajes de Robin López y de Kyle O’Quinn; Amundson no dispondrá de tantas oportunidades para demostrar su valía.