Walter Brown: El comienzo de la dinastía Celtic

fundador de los Boston Celtics
Fuente: commons.wikimedia.org

Las palabras «Pride», «Mística», «Tradición», «trabajo en equipo», y la figura de un Leprechaun guiñando con un baston sujeto en un brazo, y sosteniendo con el dedo índice del otro, un balón de baloncesto, son algunas de las formas en que probablemente los fans han llegado a conocer a los Boston Celtics a lo largo de todos estos años.

Desde 1946, los Boston Celtics han producido el legado más exitoso entre todas las franquicias deportivas profesionales; con una gloriosa historia de 17 títulos de la NBA, hoy nos toca hablar de quién comenzó a construir lo que hoy es el equipo más laureado en la historia del baloncesto, y esa persona es Walter Brown.

Nació el 10 de febrero de 1905, en Massachusetts. Su padre, George Brown, fue gerente del viejo Boston Garden, así que Walter creció con los deportes, especialmente el hockey sobre hielo y el baloncesto. Finalmente, Walter se hizo cargo del trabajo de su padre como gerente de la Arena. 

El primer impacto grande de Brown fue en el hockey, su primer gran salto a la fama fue en la conducción del equipo de hockey de EE.UU a su primer medalla de oro (1933). En 1940 fundó un club amateur llamado Boston Olympics, el cual jugaría en la liga Amateur del Este. Sin embargo, por los malos resultados este equipo desapareció en 1951. Pero cuando se cierra una ventana, otra se abre. Tras la desaparición de los Olympics, Brown compró el equipo de los Bruins de Boston en un momento en el que el equipo no estaba bien financieramente. 

Walter ya era ampliamente conocido como miembro activo de la escena de los deportes de Boston en general. Desde 1941-1946 fue Presidente de la Asociación Atlética de Boston, que es responsable de la maratón de Boston, entre otros eventos de caridad.
El que fuera en aquél momento manager del Boston Garden, lugar donde ya jugaban los Bruins,  ayudó a fundar la Asociación de Baloncesto de América o «BAA» en 1946 y además la acción deportiva más importante fue la de ser fundador de los Celtics donde se desempeñó como co-propietario y presidente. También participó como pieza fundamental en la unión de la BAA y la NBL (Liga Nacional de Baloncesto) para formar la actual NBA en 1949.

Tras 4 temporadas perdedoras al mando de los Celtics, el sueño de Brown de ganar un campeonato comenzó a convertirse en una realidad en 1950 con la contratación de un entrenador temerario, de esos ganadores que pasan a la historia sin brindar al equipo otra cosa que no sea la excelencia. No estoy hablando de otro del por aquel entonces joven de 32 años, Arnold «Red» Auerbach. El propietario estaba desesperado debido a los problemas deportivos y financieros (el Boston Garden Corporation se hizo cargo de los problemas económicos de los Bruins en 1951) por los que pasaba la franquicia, y encontró en Auerbach la solución a sus problemas. En el draft de 1950 los Celtics seleccionarían al primer afroamericano elegido en un draft de la NBA, Chuck Cooper, derribando de esta manera las barreras raciales que existían en el baloncesto profesional. Una transformación de lo mediocre a lo mágico se desarrollaría con los años.

La llegada de Bill Russell sería el detonante para la consecución del primer campeonato de los verdes en 1957, la capacidad defensiva de este jugador era exactamente lo que Auerbach necesitaba agregar a un núcleo de buenos talentos con Bob Cousy a la cabeza (el mejor base asistente en aquella época), Bill Sharman, la reciente incorporación de Tom Heinsohn, y Frank Ramsey. De esta manera Walter Brown y el equipo conseguirían el primer título NBA para la franquicia y daría comienzo a una verdadera dinastía.
La serie de siete campeonatos (1957, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963, 1964) en ocho años mostraron la sagacidad y capacidad del presidente de los Celtics. La ciudad de Boston fue organizadora, gracias a Brown, del primer «All-Star Game» en 1951 siendo este un éxito, con una asistencia de 10.094 aficionados en el Garden, casi el triple del promedio en ese momento que tenía un partido normal de liga (3.500 personas). La descripción común sobre Walter Brown fue «Los pies sobre la tierra, honestidad e imaginación».

El nacido en Massachussetts, dedicó a la vez, mucho tiempo de su vida a la promoción del Hockey sobre Hielo, se centró en dar a los Estados Unidos un perfil más alto en los círculos internacionales de hockey siendo presidente de la federación entre 1954-1957. Trabajó duro para hacer que los Bruins de Boston fueran un equipo competitivo y que los Celtics se convirtieran en una dinastía, bajo su gestión. El Boston Garden fue el escenario de una amplia gama de promociones deportivas.

Tras su muerte en 1964, los Celtics retiraron la camiseta #1 en honor a Walter; también fue introducido en el salón de la fama de la NBA en 1965 y en el de Hockey sobre Hielo en 1962. Durante 1964 hasta 1977, la liga entregó el trofeo «Walter A. Brown» al vencedor de las finales NBA en conmemoración al ex propietario y fundador de los Boston Celtics.

Cerrando el artículo, Walter Brown puede que no sea conocido para muchos, pero ha dedicado toda su vida a la promoción del deporte y en Boston será recordado toda la vida por su pasión por el Baloncesto y el Hockey. Todos los amantes del baloncesto debemos de estarles muy agradecidos a ese grupo de personas que, como Brown en su momento, hicieron posible un sueño que hoy en día viven millones de personas en el mundo 365 días al año, la NBA.

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