Después de más de 31 años formando parte de la familia púrpura, Gary Vitti se ha convertido en uno de los preparadores físicos más famosos y notables en la historia de la NBA; habiendo pasado por sus manos jugadores legendarios como lo han sido Magic Johnson, Kobe Bryant, Kareem Abdul-Jabbar y Shaquille O’neal entre otros… Ahora llegados a este momento, el estadounidense (natural de Stamford, Connecticut), ha afirmado haber puesto fecha a su retirada como profesional, con 61 años de edad que tiene actualmente.
Gary fue reclutado para la franquicia por Jerry West y Pat Riley en 1984, cuando ejercían de General Manager y de entrenador, respectivamente. En esta época como integrante púrpura, ha acompañado a sus Lakers en las 13 finales disputadas, con sus correspondientes 8 anillos de campeones.
Vitti se reunió recientemente con LA Times en una entrevista en la que habló sobre sus inicios en la franquicia, así como de unas cuantas anécdotas de su carrera:
«Me reuní el primer día con Jerry West y con Pat Riley. Pat me dijo que yo aún no estaba curtido, y que él podía convertirme en el mejor.»
«El primer día del training camp, Riley estaba obsesionado con la derrota en las últimas Finales frente a Boston, que debíamos haber ganado. Todos hablaban sobre ganar a los Celtics en junio del 1985, y Riley sabía dirigirnos para ello. Llegamos a ganarles en su casa después de seis partidos. Rompimos la maldición.»
Gary mantiene una estrecha relación tanto con los jugadores como con la directiva, y declaró haberse reunido recientemente con Kobe Bryant, con quien mantiene conversaciones a menudo:
«Kobe me preguntó sobre los chicos jóvenes que tenemos; y le dije que no podía creer lo rápido y atlético que es Jordan Clarkson, además de la facilidad que tiene D’Angelo Russell de hacer fácil lo difícil cuando tiene la bola en sus manos.»
También hay que reconocer que su trabajo es duro a veces, ya que en sus manos se halla la salud y la forma física de algunos de los talentos más punteros del mundo del baloncesto.
«Cuando alguien se lesiona, me culpo a mí mismo. Es la mentalidad Laker. Vas al baño y te enfadas con el hombre que ves en el espejo…»
«La lesión que más me ha afectado e incluso me ha empujado a decidirme por mi retirada ha sido la de Julius Randle. Los médicos y cirujanos decían que estaba preparado y sin riesgos, pero en su primer partido, se rompe la pierna. Eso sí que me fastidió…»
A Vitti ya tan solo le queda un año de preocupaciones por calambres, tirones o cualquier otro daño físico que afecte a sus jugadores; después de eso podrá dedicarse a descansar con su mujer y sus dos hijas (como él mismo dice en la entrevista). Pase lo que pase este año con los Lakers, no nos queda otra que agradecer a Gary Vitti su empeño puesto en la franquicia, y recordarlo siempre como una pieza indispensable en el equipo.