Tras las marchas de Aldridge, Batum, Matthews y Robin López es evidente que los Portland Trail Blazers van a andar escasos de buenas noticias en el curso que viene, pero el desarrollo de C. J. McCollum puede ser un acontecimiento brillante. Analizando equipos que más subirán y más bajarán en 2016, cinco periodistas de ESPN también opinaron sobre quién puede ser el jugador que emerja y pase de proyecto a realidad, y Kevin Pelton aseguraba que sería el escolta de tercer año de la universidad de Lehigh. Tras año y medio con escaso protagonismo en un equipo ganador fue uno de los mejores, sino el mejor, de los de Oregon en la serie contra Memphis de estos pasados playoffs.
Con Lillard como único playmaker y ya sin Matthews ni Afflalo para ocupar la posición de escolta, C. J. McCollum va a tener que tomar muchas responsabilidades en el ataque de Terry Stotts, e incluso va a llevar la dirección del juego cuando la estrella de los Blazers no esté en pista en ocasiones. Su final de liga de regular y su actuación en la postemporada son muy buenos augurios, ya que hasta que las lesiones de varios jugadores de perímetro no le abrieron hueco, no había podido demostrar todo el nivel que se le presuponía en el baloncesto colegial, donde acabó su año senior promediando casi 24 puntos por encuentro con unos porcentajes de tiro espectaculares, 49,5/51,6/84,9. A pesar de haber sido seleccionado en el puesto diez de la primera ronda del draft en 2013, Portland se podía permitir el lujo de no precipitarse con él y apenas disputó 38 partidos en su temporada rookie.
Nada parecía presagiar que cambiarían las cosas en 2014, y McCollum sufrió para encontrar su tiro y su rol en un banquillo que seguía siendo la principal debilidad de los Blazers, y uno de los peores de la NBA. Fue incluso perdiendo minutos el natural de Ohio en la rotación, y en enero tocó fondo, promediando apenas 3,4 puntos en 35,8% en tiros de campo en ese mes. Además Portland adquirió a Arron Afflalo procedente de Denver para reforzar la segunda unidad, lo que presagiaba momentos duros para el escolta licenciado en periodismo. Por desgracia para la franquicia el valiosísimo Wesley Matthews se rompió y tuvieron que recurrir primero al nuevo fichaje como titular y recuperar a McCollum saliendo desde el banco.
El resultado fue un mes de abril donde destacó con 15,6 puntos en 27,1 minutos y 53,2% en tiros de campo y más de 40% en triples, proporcionando un recurso ofensivo más para los necesitados Blazers. La culminación llegó en los playoffs, donde la decepcionante actuación de Portland fue mitigada en parte por McCollum, que incluso batió su récord personal de anotación y sumó 33 puntos en una de las derrotas contra Grizzlies.
Ahora va a ser mucho más necesario en el Moda Center y es que además de la salida de Batum, Matthews y Afflalo, también Steve Blake, el base suplente en 2014, ha sido traspasado, y las otras opciones en el rol no son alternativas reales. Además de McCollum y Lillard los Blazers no tienen a nadie capaz de crear juego ni crearse sus propios tiros, y en una NBA cada vez más centrada en el juego de bloqueo y continuación tener manejadores secundarios es indispensable. Su excelente muñeca y su experiencia como base en Lehigh van a ser muy importantes para el futuro de Portland. No hay ningún jugador más en plantilla que tenga algo de tiro o destaque por sus recursos en ataque, y tan solo Gerald Henderson puede aportar desde media distancia. A pesar de no ser muy alto, McCollum tampoco desentona en defensa por lo que tendrá asegurado muchos minutos pase lo que pase.
La ausencia de recursos aparte de Lillard hace que vaya a tener multitud de oportunidades de repetir al menos su excelente rendimiento en los playoffs pasados, y tal vez tenga Kevin Pelton razón y esta sea la temporada donde la estrella emergente sea C. J. McCollum