¿Podrían los Pistons volver a jugar en el centro de Detroit? Desde luego. Las ventajas son bastante claras, ya que actualmente, los Pistons son una de las franquicias con el pabellón más vacío de la liga, y las actuaciones de los Pistons en los últimos años no han animado a los aficionados a desplazarse. Actualmente, los Pistons juegan en una ciudad llamada Auburn Hills, situada a unos 40 kilómetros de Detroit, lo que hace que algunos aficionados que quieran ir a ver el partido se echen para atrás. Pese a que el rumor ya salió previamente, y la respuesta de la directiva fue un rotundo «no», la situación podría haber cambiado en el presente.
Detroit es una ciudad que las está pasando canutas, ya que lleva arrastrando una crisis económica que se remonta al anterior siglo. Su población es de clase trabajadora, y su número de habitantes se ha visto reducida en los últimos años y décadas. Además, desde el pasado año, la Motown se declaró en bancarrota. Pese a todo, Detroit es una ciudad luchadora, y está intentando buscar formas de salir de este entuerto. La ciudad está reconstruyéndose, empezando por un nuevo downtown, que hará un lugar para el nuevo estadio de los Detroit Red Wings, el equipo de hockey sobre hielo de Detroit. Tom Gores podría estar considerando que, cuando el estadio esté terminado, mudarse hacia el centro de Detroit y compartir estadio, como ya hacen equipos como los Celtics, por ejemplo.
Cuando los Pistons contrataron al agente Arn Tellem, no solo se hizo para cuestiones estrictamente deportivas como la contratación de jugadores, si no que Tellem también se encargaría de valorar las distintas opciones acerca del desplazamiento de la franquicia. Así lo relató Tom Gores, propietario de los Pistons:
«Vamos a poner a Arn al cargo de la decisión para ayudarnos a analizar la situación y hablarlo con los inversores. Este será uno de los primeros cometidos de Arn».
Su tarea es complicada, ya que es difícil imaginar que Gores y Tellem podrán convencer a los inversores para construir un nuevo estadio en una ciudad con tan poco efectivo, a no ser que Gores quiera poner la mayor parte del dinero en un inicio.
Pese al riesgo financiero inicial, los Pistons tendrían incontables beneficios en relación a la cantidad de público asistente, y además, el hecho de que el estadio esté compartido con los Red Wings haría que mucha más gente se desplazara hacia el estadio. La proximidad a la ciudad haría también que las gradas se llenasen cada noche de aficionados dispuestos a apoyar a los Pistons.
Pese a que el factor de que los Pistons jueguen en una ciudad a 40 kilómetros de Detroit parezca la principal causa de las butacas vacías en el Palace, la historia reciente de la franquicia nos dice que este factor no es el problema de que las gradas estén vacías. De 2003 a 2006, cuando el equipo estaba en su apogeo, los Pistons fueron de los equipos con una mayor entrada. Desde 2010, los Pistons están situados de los últimos equipos en público presente en el estadio, siendo así que en la temporada pasada, los de Detroit estuvieron en la posición número 26 de la lista, con una media de 15266 asistentes por noche.