Aunque el baloncesto moderno este dirigiéndose a un juego mucho más rápido, ágil y atlético gracias (o por desgracia según algunos) al small ball, todavía todas las franquicias quieren tener entre sus jugadores a varios pívots dominantes que puedan marcar las diferencias en la pintura. Con Tyson Chandler los Dallas tenían ese puesto solucionado; pero con su marcha a los Suns se ha tenido que rellenar su vacío, algo que no parece sencillo.
Tyson Chandler es historia de los Dallas Mavericks, no por ser un jugador determinante; pero sí por serlo clave. El segundo anillo en la historia del equipo tejano viene con él como jefe de la zona. Siempre rinde y transmite una emoción y una energía en el parqué que contagia a todos sus compañeros. Además, la pasada temporada promedió un doble-doble con 10.3 puntos y 11.5 rebotes. Pero Chandler ya es pasado, firmó con los Phoenix Suns por 3 temporadas a cambio de 52 millones de dólares y hay un sitio a ocupar en el puesto de «5».
Su baja se notará y así lo confirmó Rick Carlise:
«Él (Tyson Chandler) es uno de los hombres grandes que marcan la diferencia en la Liga. Y, cuando está sano, hay muy pocos hombres que hacen mejor su trabajo.»
La primera opción era, cómo no, DeAndre Jordan. La mejora era indudable, un «Chandler mejorado». Todo era perfecto hasta que Jordan renovó por los Clippers, la historia ya es conocida y no hace falta entrar más en ella.
Sin Plan A, ni Plan B; sin opción 1 ni 2: mejor 3. Y ese es el número que, según informa la página oficial de los Dallas Mavericks, serán necesarios para olvidar lo que pudo ser y no fue.
Tres pívots para rellenar un hueco; pero, ahora mismo, ya hay tres pívots en la plantilla, ¿desde la propia franquicia cierran la puerta a McGee? Zaza Pachulia vino con un traspaso desde los Milwaukee Bucks, el georgiano es un veterano cumplidor en lo defensivo pero con pocos fundamentos ofensivos. En la misma línea se firmó a Samuel Dalembert, que volvía a la franquicia con la intención de poner tanta intensidad en la pista como fuera posible. El último en llegar ha sido Salah Mejri desde el Real Madrid, el primer tunecino en la NBA es completamente diferente a los demás, siendo mucho más ofensivo que defensivo.
Pues bien, JaVale McGee aun puede vestirse de Maverick. La calidad del pívot de 27 años está, si está centrado y sin lesiones, muy por encima de la del resto de pívots que, actualmente, tienen un hueco en la plantilla tejana y, con un trainning camp aún por el medio, no es del todo descabellado que alguno termine cortado.
A falta de confirmar al 100% los nombres que rellenarán la alineación de los Mavs esta temporada, lo que parece que sí está claro es que Rick Carlise quiere combatir la diferencia de calidad de sus pívots respecto a los rivales con un mayor reparto de los minutos. La estrategia es tan poco atractiva para el aficionado por la falta de nombres como puede ser útil si los jugadores aprovechan al máximo los minutos de los que dispondrán.