Si algo diferencia a los buenos entrenadores de los muy buenos es que, estos últimos, se las arreglan para conseguir buenos resultados a pesar de tener los mimbres ideales para ello; y Rick Carlisle es de los mejores entrenadores que hay en la NBA.
Adaptarse o morir, ese debe ser el lema de Carlisle esta temporada. Sin la plantilla deseada no es momento de lamentaciones, y los Mavericks necesitan un cambio más allá de los jugadores que estén en el parqué. Hay confianza ciega en el entrenador que, en declaraciones a la página oficial de los Mavs, Mavs.com, ha afirmado las necesidades de un cambio tras varias temporadas:
«Vamos a necesitar equilibrio, necesitaremos que muchos jugadores aporten. Tenemos muchos chicos que son capaces de jugar. Hay 2 o 3 quintetos que creo que podrían funcionar. Solo hay que mantenerlos tan involucrados como sea posible, y mantener nuestro nivel de energía y competitividad muy alto. Esta temporada va a ir de eso.»
Con estas declaraciones parece ser (y digo parece ser porque con Cuban al mando todo es posible) que no habrá ningún movimiento sorpresa que termine con una estrella en Texas, buscando tener un conjunto fuerte antes que una constelación de estrellas solas. Además, sus palabras también confirman la «estrategia» que llevarán a cabo en la posición de pívot, prefiriendo más jugadores de menor nivel que uno solo de nivel alto (si bien esta «preferencia» viene dada por los Jordan o Chandler y, obviamente, no podríamos considerarla una opción A).