Richard Hamilton: “No había una pareja mejor que Billups y yo”

Levanta su candidatura al mejor backcourt
(CC) Wikimedia

Si pensamos en los Detroit Pistons, dos son los equipos imborrables de su historia. En primer lugar los «Bad Boys», verdaderos representantes del sentir de una ciudad acostumbrada al trabajo rudo y alejada de las luces, supieron construir una unidad basada en la entrega donde no les importó ensuciarse las manos con grasa para echar a andar el motor de una solida maquinaria defensiva que les otorgó las llaves del éxito en dos oportunidades, 1989 y 1990. En segundo lugar, quienes se vienen a la memoria son los Pistons del 2004 que resignificaron de una manera creativa la mística de la ciudad impregnada por sus antecesores, a lo que le agregaron un toque personal como lo eran las rachas de triples y hacer del Palacio de Auburn Hills un bastión inexpugnable.

Una de las características peculiares del equipo campeón del 2004 fue que no contaban con una estrella AllStar, para suplir esa carencia todos empujaban al equipo en distintos momentos del juego, bajo sus propias características. En un plantel conformado por Ben Wallace, Rip Hamilton, Chauncey Billups, Tayshaun Prince y Rasheed Wallace, cada uno cumplió con su rol dentro de una orquesta dirigida por el maestro Larry Brown. El resultado fue que aquellos Pistons ganaran la final del 2004 luego de un lento comienzo en la temporada regular, que tuvo un vuelco inesperado con la llegada de Rasheed Wallace. 

Aquel campeonato que ganaron los Pistons será una de las Finales más recordadas de aquella década por haber humillado en las Finales a un equipo de los Lakers construido para ganar un título: Shaquille O’Neal, Kobe Bryant, Gary Payton y Karl Malone.

Pero no sólo fue un campeonato fugaz, aquellos Bad Boys renovados lograron instalar a los Detroit Pistons en 6 finales consecutivas de Conferencia Este, es por esto que hace algunos meses Hamilton quiso recordar:

“Creo que deberíamos haber ganado tres o cuatro. Simplemente no sucedió. Fue una de esas cosas que no pasó, pero conseguir uno fue genial”.

Al parecer el hombre de la máscara, una vez retirado de las canchas sigue disfrutando de la proeza lograda y ha querido recordar buenos tiempos junto a su compañero Chauncey Billups, al subir una foto a su cuenta de Instagram con la leyenda:

“No había un mejor backcourt en la liga cuando nosotros jugábamos. Y nos tratábamos a nosotros mismo como tal».

Aquella pareja formada por Chauncey y Rip se recordará por la dinámica que entregaron a ese equipo: la conducción y los triples en los momentos difíciles de Chauncey «Mr.Big Shot» Billups, y los carrerones escurridizos de Rip Hamilton para terminar lanzando desde la media distancia en una rutina que parecía inagotable.

Además de la gloria colectiva ambos fueron laureados con variadas distinciones individuales:

– Chauncey Billups: MVP de las Finales, 5 veces AllStar (2006, 2007, 2008, 2009, 2010), 1 vez en el Segundo Equipo Ideal NBA (2006), 2 veces en el Tercer Equipo Ideal NBA (2007, 2009), 2 veces en el Segundo Equipo Defensivo NBA(2005, 2006). Además de 1 vez electo Jugador más Deportivo NBA (2009) y una vez Ciudadano del Año en la NBA (2008). Retirada su camiseta en la Universidad de Colorado.

– Richard Hamilton: Campeón de la NCAA con Connecticut (1999), 3 veces AllStar (2006, 2007 y 2008)

Probablemente la candidatura que abre Rip Hamilton más bien sea una forma de agradecer el cariño y experiencias con sus compañeros de equipo, que una competencia seria que abra una polémica sin puerto. De todos modos vale la pregunta para quienes disfrutamos de esos años de basketball:

¿Para ustedes cuál fue el mejor backcourt de aquella época?

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