Con apenas 26 años, Ed Davis ha pasado ya por cuatro equipos en la NBA, pero espera que Portland sea la última parada de su viaje como jugador profesional. Buena parte de ello dependerá de lo que el campeón universitario en 2009 con Carolina del Norte sea capaz de aportar a unos Blazers muy distintos a los que vimos en estos últimos tres años. Con la marcha de Aldridge sobre todo, pero también las de Robin Lopez, Nicolas Batum, Wesley Matthews y, en menor medida, Arron Afflalo, toda la responsabilidad recaerá ahora en Lillard, que puede tener en Davis a uno de sus mayores aliados en ataque.
A pesar de haber destacado como sólido y voluntarioso defensor más que como referencia ofensiva, también es verdad que Ed Davis sólo se ha encontrado en el escenario actual en sus últimos meses con los Toronto Raptors – conjunto que le seleccionó en el draft de 2010 con el número 13 -, cuando la lesión de Bargnani obligó a los canadienses a insertarle en el quinteto titular. Esa misma temporada 2012-13 acabaría con el natural de Washington D.C. en Memphis, incluido en el traspaso de Rudy Gay, pero en esos 28 partidos disputados de inicio Davis dio muestras de su potencial, como bien recoge Carlos Díaz en RipCity Project.
Sus limitaciones como tirador serán traumáticas si Terry Stotts, entrenador jefe de los Trail Blazers, no es capaz de gestionar una plantilla con Gerald Henderson, Mo Harkless y Al-Farouq Aminu como aleros, pero la oportunidad de emparejarle con uno de los dos grandes tiradores que tiene Portland – Meyers Leonard y Noah Vonleh – puede en parte paliar el problema. Su impacto sin embargo lo sentirá bien Lillard, que por fin tendrá un finalizador del pick n’ roll puro, al mejor estilo Tyson Chandler. De hecho, Davis revivió el curso pasado con los paupérrimos Lakers gracias a limitar su ataque al aro, imponiendo su velocidad y capacidades físicas para deslizarse al interior de la pintura tras poner el bloqueo. Con un gran base que domina el bloqueo y continuación como muy poquitos en el mundo, es lógico pensar que sus contribuciones aumenten, aunque para ello va a necesitar Portland de nuevo limpiar la zona de obstáculos, ardua tarea si tenemos en cuenta la plantilla actual. Como le dijo a Alex Kennedy, de Basketball Insiders:
«Es un joven equipo con un gran base All-Star en Damian Lillard, y eso pesó en mi decisión de venir aquí. Estoy ansioso (de poder jugar con Lillard). Creo que voy a conseguir muchas canastas fáciles simplemente poniendo un buen bloqueo y penetrando porque muchos equipos van a tener que doblarle. Especialmente con nuestra plantilla actual, van a ir a por él con dobles marcajes y diferentes sistemas defensivos. Como he dicho, si pongo un buen bloqueo, voy a acabar abierto muchas veces y conseguir muchas canastas por la atención que recibe él».
Donde también se puede proyectar la participación en ataque de Davis es en el rebote ofensivo, una tarea donde con los Lakers promedió 4,5 por 36 minutos, algo por encima de una ya buena media de carrera que se sitúa en 3,6, según Basketball-Reference. Esa cifra le coloca al nivel de Tristan Thompson, Tyson Chandler o Rudy Gobert, y apenas por debajo de Andre Drummond, DeAndre Jordan o Enes Kanter – alguien tiene que rebotear las pedradas de Dion Waiters o Andre Robertson -. Su porcentaje de tiros libres cayó hasta un 48,7% en Los Angeles, algo que sin duda sería deseable que mejorara, pero Ed Davis realmente centró sus esfuerzos en encestar cerca del aro, como bien se puede observar en sus llamados heat map – donde se ilustra la frecuencia de lugares desde los que efectúa un jugador sus tiros a canasta- de Basketball-Reference que proporcionan en Blazer’s Edge.
Es evidente que Portland echará de menos a LaMarcus Aldridge, por todo lo que aportaba en ataque y también por su condición de líder ofensivo, pero en su intento de renovar la escuadra alrededor de Lillard, Neil Olshey, el general manager de los Trail Blazers, ha adquirido en Ed Davis una herramienta ofensiva que puede contribuir en un par de facetas complementarias con el juego de la súper estrella de los de Oregon ahora y en el futuro próximo; sólo tiene 26 años.