Hoy el Salón de la Fama de la NBA cuenta con nuevas leyendas de la liga, entre las que se encuentran estos dos personajes históricos de la franquicia más laureada de la historia del baloncesto norteamericano.
Tommy Heinsohn ya formaba parte de este selecto grupo debido a su gran carrera como jugador, pero esta vez será reconocido también como uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos. Así, se convierte en el cuarto miembro de la historia del Hall of Fame que es premiado por dejar huella tanto en el parquet como en los banquillos dirigiendo. Los otros tres integrantes de tal hazaña son Bill Sharman, John Wooden y Lenny Wilkens.
Como entrenador, Heinsohn ganó dos anillos (1974, 1976), aunque en aquellos tiempos todos sabían que con algo de suerte podría haber ganado alguno que otro más (guió a los Celtics a cinco Finales de la Conferencia Este de forma consecutiva). Fue Entrenador del año en 1973 y su récord como entrenador en temporada regular fue de 427-263, y de 47-33 en playoffs.
La otra leyenda de los Boston Celtics que también ha ingresado en el Hall of Fame (por fin) es Jo Jo White. El base se retiró en 1981, por lo que en 1986 se convertía en elegible para tal reconocimiento. Por tanto, ha tenido que esperar casi 30 años:
No jugué para esto (ser Hall of Fame). Ha sido el resultado de lo que hice. Jugaba por diversión, porque amo totalmente este deporte.
Jo Jo nunca acabó por encima de la posición 11 en la votación para el MVP de la liga, pero su juego tuvo un gran impacto entre los años 1970-77, donde promedió entre 18 y 23 puntos por partido, además de 4 rebotes y casi 6 asistencias. Fue 7 veces All-Star y campeón de la NBA en los mismos años que lo logró Tommy Heinsohn.