Kenneth Faried se mostró tremendamente feliz durante el Media Day, y dicha felicidad tiene una causa, su nuevo entrenador Michael Malone:
«Eso es por lo que os estoy hablando a todos ahora con una sonrisa en la cara,» dijo Faried. «Preparado para comenzar.»
Tan solo hace unas semanas desde la llegada de Malone, sin embargo, desde el momento en que aterrizó en Denver su relación con Faried ha sido excepcional. Kenneth es una persona que siente mucho a los de su alrededor, cosas como la confianza y la fe son elementos de gran importancia para él, y Malone le ha ofrecido todo eso desde el principio, algo que puede ser crucial para volver a ver a Faried rendir a su máximo nivel.
«Es un entrenador muy intenso, aprecia a sus jugadores y no critica sus cualidades, las alaba,» dijo Faried.
Faried además hizo un repaso de lo que los varios entrenadores para los que había jugado le habían ofrecido hasta el momento:
«He experimentado ambos casos – un entrenador que decía que era demasiado joven y quería que trabajase para labrarme mi propio camino. Logré un lugar como titular, y jugué minutos clave para el equipo en Playoffs año sí y año también. Entonces tuve un entrenador al que no le gustaba demasiado mi estilo de juego, y ahora tengo un entrenador al que le encanta todo lo que tengo.»
Tras la marcha de George Karl, un hombre que hizo a Faried llegar a ser uno de los ala-pívots más reconocidos de la liga, llegó Brian Shaw, el cual hizo un efecto totalmente inverso. Con Shaw vimos a un Faried impotente y frustrado con su juego. La llegada de Malone debería supone el retorno del mejor Faried.
Malone declaró lo siguiente sobre Faried:
«No quiero que olvide quién es, el núcleo de Kenneth Faried. Es un chico que juega más duro que nadie en la pista. Si puede hacer eso por nosotros, le recompensaremos, le daremos balones.»