El Real Madrid y el Unicaja de Málaga protagonizarán el gran choque de semifinales, el vigente campeón y gran favorito ante el anfitrión del torneo. Un partido que se antoja muy igualado en el que todos los protagonistas coinciden en que será una auténtica guerra. Los locales quieren dar una alegría a una afición que parece más volcada que nunca con un equipo que se presenta como la gran alternativa a Real Madrid y Barcelona.
Por su parte, los blancos, que vienen de ganarlo todo no quieren dejar pasar la ocasión de seguir haciendo historia. Pablo Laso y los suyos se presentan en el partido con dos bajas importantes, Jeffery Taylor y Rudy Fernández, un escoyo importante que tendrán que superar si quieren levantar el trofeo.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, asume el papel de favorito de su equipo, «aceptamos el papel de favoritos, pero no es algo en lo que pensamos nosotros, es algo que dice todo el mundo, y claro, no nos queda otra«, «nosotros pensamos en seguir mirando hacia adelante, no pensamos en lo que ya hemos conseguido. Estamos muy contentos y muy orgullosos, pero ahora empieza una nueva competición«.
«La SuperCopa es un torneo muy exigente, llegamos todos los equipos sin rodar, a nivel físico pide mucho, son dos partidos en 24 horas. Jugamos fuera de casa, ante el anfitrión, y seguro que su afición les va a apoyar a muerte durante el partido, y si a eso le sumas el equipo que tiene, con los grandes refuerzos que han hecho,… va a ser un partido muy duro«.
El Real Madrid es el equipo que menos ha modificado su plantilla respecto a la pasada temporada, algo que Laso ve como algo positivo, pero advierte que su equipo lleva muy poco tiempo trabajando junto, «es bueno mantener el bloque del año pasado, no cabe duda, pero si que es verdad que hace dos semanas tenía a ocho de mis jugadores con sus selecciones jugando con diferentes compañeros. Mantener el bloque siempre es positivo y te ayuda a la hora de incluir trabajo, pero todavía es pronto para saber cómo va a ser el Real Madrid la próxima temporada«.
Sobre la posible presión que pueden tener los suyos al ser claros favoritos y vigentes campeones, «no creo que tengamos más presión que otro equipo, estamos aquí igual que el resto, y queremos ganar igual que cualquier otro, y es el mismo objetivo que tienen los demás«.