El alero de Charlotte Hornets, Michael Kidd-Gilchrist, sufrió una dislocación de hombre durante el primer partido de pretemporada que enfrentaba a los de Steve Clifford con Orlando Magic. En una primera valoración los médicos estimaron que debía guardar reposo y que, en consecuencia, estaría unas dos semanas alejado de todo contacto físico.
Sin embargo, la lesión es mucho más importante de lo que parecía y finalmente MKG deberá pasar por el quirófano para reparar el daño causado a causa de la dislocación, lo que le hará estar de baja un período estimado de 6 meses. Un golpe muy duro tanto para el jugador como para los propios Hornets, ya que Kidd-Gilchrist era el pegamento defensivo del equipo en el juego exterior. Además, había trabajado mucho este verano en el aspecto ofensivo, y se esperaba que junto a Batum formasen un dúo de hombres altos all-around que ayudaran a los de North Carolina a dar un paso más en su lucha por ser una potencia en el Este.
Así pues, Michael Kidd-Gilchrist se perderá gran parte, si no toda, la temporada. Pero a todo hay que buscarle el lado positivo, dicen, y en este caso podría ser que la lesión propiciará que hombres como Marvin Williams, pero también PJ Hairston o incluso Frank Kaminsky obtengan muchos más minutos y, por tanto, mayor responsabilidad. Esto puede ser especialmente positivo en los dos últimos casos, ya que se trata de jugador jóvenes (23 y 22 años respectivamente) que pueden dar un salto de calidad importante si hacen un buen papel durante la ausencia de MKG.
Esperamos poder ver a Michael Kidd-Gilchrist vestido de corto de nuevo esta temporada, aunque sea para disputar los últimos encuentros de la temporada regular. Eso significará, por lo menos, que la recuperación ha ido según lo previsto y que el 2016 puede que sí sea el año definitivo para MKG.