La pasada temporada no fue nada fácil en Fuenlabrada. El equipo se mostró carente de una identidad propia y fue incapaz de recuperar el espíritu luchador y competitivo que pese a su discreto presupuesto demostró en el pasado. El continuo baile en el banquillo, por el que pasaron Luis Casimiro, Hugo López y Jesús Sala, no facilitó las cosas para una plantilla que acumulaba derrotas apoyando su poder anotador casi en exclusiva en Andy Panko. El de Harrisburg fue el jugador más valorado y el máximo anotador de la liga, pero sus números personales no acompañaron a los resultados del equipo que se vio relegado a la última posición de la tabla.
El verano sería igualmente intenso, pues la lucha por la permanencia administrativa sería más dura si cabe que la deportiva. Con la ACB y el CSD enfrentados sobre si la plaza 18ª de la liga debía ser ocupada por Ourense o Fuenlabrada, la plantilla tendría que esperar algo más que el resto para empezar la reconstrucción de un equipo que necesitaba un cambio radical en su plantilla.
Tras confirmarse la permanencia, se confirmaba lo que el presidente del club, Jose Quintana, ya había adelantado: Sería un verano de cambios fuera cual fuera la categoría en la que el equipo compitiera. Jesús Sala sería relegado a entrenador ayudante antes de decidir abandonar el equipo, y se confiaba en un técnico al que ya se quiso fichar a mitad de la pasada temporada: Zan Tabak. El croata asumía el reto de componer un equipo prácticamente nuevo, pues los únicos jugadores que continúan un año más son Rolands Smits, Jorge Sanz y Chema González (estos dos últimos cedidos la pasada campaña, aunque Sanz se incorporaría al equipo en las últimas jornadas). El croata debería ser capaz de configurar un equipo que fuera capaz de jugar como tal. El objetivo no era atraer grandes nombres, sino un grupo trabajador y comprometido que sea capaz de volver a funcionar como conjunto, y no a base de individualismos.
ALTAS
La dirección de juego fue una de las asignaturas pendientes el año pasado, en el que los bases al iniciar la temporada, Dani Pérez y Alberto Díaz, eran jóvenes y con poca experiencia ACB. Para este año se ha confiado el puesto de base titular al internacional belga Jonathan Tabu, un jugador que viene de promediar en el Eurobasket 10 puntos, 2.3 rebotes y 2.5 asistencias, y eso es precisamente lo que se espera de él en Fuenlabrada. Polivalencia, tranquilidad, generosidad y visión de juego. A su lado tendrá a Ricardo Úriz, que pese a ser también un recién llegado cumplirá con el perfil de jugador nacional con experiencia y peso en el banquillo que se echó en falta últimamente.
En el juego exterior, Ivan Paunic vuelve al club en el que ya jugó hace dos temporadas dejando una muy buena imagen para presumiblemente ser el escolta de inicio. De él se espera que aporte tiro exterior, explosividad y mucha intensidad en defensa como en su anterior etapa, pero además este año tendrá que tratar de tener más peso anotador. Junto a él llegan el americano Brion Rush, del que se espera explosividad y anotación, aunque por el momento se le ha visto dubitativo y errático en la pista, y el prometedor Álex Llorca que deberá aprovechar su oportunidad para ganar cada jornada más minutos y demostrar que la ACB es su liga. Hoy mismo se anunciaba también la llegada de Álex Urtasun por dos meses, que tras trabajar en Milán este verano, llega para cubrir la baja de Llorca.
En el puesto de ala-pívot, se presentaba a priori el puesto con más dudas. Ernest Scott es un jugador con mucha experiencia que alternará la posición de 3 y 4, del que se espera buen rebote y anotación saliendo desde el banco, sin embargo despertó muchas dudas la llegada como titular de David Wear. El americano, con solamente un año de experiencia profesional tras su paso por las universidades de Carolina del Norte y UCLA, no tendrá periodo de adaptación y deberá empezar a rendir desde el primer día. Sin embargo, hasta ahora todo han sido buenas impresiones desde su llegada a España, anotando con una increíble facilidad, su perfil de interior abierto con buena mano, puede hacer mucho daño a las defensas rivales.
Por último, en el puesto de pívot, Tabak ha tirado de la escuela balcánica que tan bien conoce para conformar una pintura que sin ir sobrada de centímetros, promete luchar y hacer sudar a los que se enfrenten a ellos cada semana. La pieza clave del juego interior fuenlabreño, y probablemente la pieza decisiva para determinar hasta dónde podrán llegar, es Josip Sobin. Llega de ser pieza clave en el KK Zadar y ahora deberá plantar cara con sus 2.05 metros frente a los pívots de la Liga Endesa. Para cubrirle las espaldas llegó también el serbio Oliver Stevic, que una vez se recupere de la lesión que se produjo en pretemporada, tendrá que mantener la intensidad que promete su compañero croata.
QUINTETO TITULAR
En Fuenlabrada solamente habrá una única manera de ganarse la titularidad: Trabajo. Zan Tabak tiene un equipo humilde, pero espera hacer grandes cosas si consigue hacerles trabajar como un equipo. Todas son caras nuevas en el que a priori pinta como quinteto titular. Jonathan Tabu será el encargado de dirigir el juego y dar fluidez al equipo de Tabak, creando un juego generoso y libre de egoísmos. Como escolta Ivan Paunic encuentra un nuevo papel en su antiguo equipo. Paunic deberá explotar todo su potencial anotador, en un equipo en el que los puntos deberán estar muy repartidos, su muñeca será una de las más buscadas en los momentos clave. Rolands Smits se cuela también en el quinteto titular, y es que este es su momento. A sus 20 años, y tras permanecer a la sombra de Panko, llega su oportunidad para demostrar todo ese potencial que ha dejado entrever hasta ahora. Como ala-pívot, David Wear puede ser la gran revelación del equipo y quien sabe si también de la liga. En su segunda experiencia profesional, pondrá a prueba en la Liga Endesa de que madera está hecho, e intentará probar que no es solamente un hombre alto con buena mano. Finalmente, como pívot, Josip Sobin es la pieza clave de este equipo. Tendrá delante a hombres más altos que él, pero si logra superarlos gracias a su carácter peleón y a su talentoso juego de pies, puede hacer que el Fuenlabrada de Tabak recupere el carácter que en los últimos años parece desaparecido.
JUGADOR LÍDER: IVAN PAUNIC
Paunic es un jugador que llega este verano, pero sus años de experiencia y la casi completa renovación de plantilla junto a su pasado fuenlabreño, le convierten un el líder de este equipo. Hasta ahora su rol solía ser el de jugador complementario a otras figuras, pero es hora de que confíe en su acierto anotador e incremente sus puntos por partido, manteniendo la gran capacidad defensiva y explosividad que le avalan año tras año.
JUGADOR CLAVE: JOSIP SOBIN
Sobin ya sabe lo que es ser la pieza clave de un equipo. Lo ha sido en el KK Zadar y deberá serlo en Fuenlabrada. Sus 2.05 metros de altura prometen no ser un problema gracias a su lucha e intensidad, que le han ayudado a ser el tercer máximo reboteador de la liga adriática. Pero la lucha de Sobin, no significa que el juego vaya a orbitar sobre él. Será una opción anotadora y un guerrero por el rebote, pero será un hombre de equipo. En sus manos estará en gran manera, que este Fuenlabrada luche por la postemporada o por evitar el descenso.
JUGADOR IMPRESCINDIBLE: ROLANDS SMITS
En un equipo como el que ha planteado Fuenlabrada para este año parece complicado elegir un jugador imprescindible. Pero ese hombre puede que sea Rolands Smits. Le elegimos a él, porque en un club como Fuenlabrada hace falta un hombre que haya crecido compitiendo en las categorías inferiores, porque ha tenido el ejemplo de ética de trabajo y entrega de Andy Panko, y porque pese a sus 20 años el joven jugador letón tiene finalmente la oportunidad de destaparse como una gran figura en nuestra liga. Después de brillar gracias a su esfuerzo y defensa en el Adidas Eurocamp 2015, es la hora de que asuma un nuevo papel en su equipo.
PRONÓSTICO
No es nada fácil hacer funcionar a un equipo en el que todo son caras nuevas. Zan Tabak deberá tener paciencia, pero ser firme con los suyos, si quiere construir un equipo competitivo. De lo bien que logre empastar las piezas, así como de en la medida que los nuevos asuman sus roles, que en ocasiones son nuevos para ellos, dependerá que Fuenlabrada luche por meter la cabeza en la Copa del Rey o playoffs, o que vuelvan a sufrir otro año de pesadilla en el que cueste arañar cada victoria. A priori, parece que hay potencial para elevar el nivel mostrado los últimos años jugando como equipo y dejando atrás la era de la Panko-dependencia, pero lo que pueda pasar este año en Fuenlabrada es una gran incógnita.