El cerebro humano es una maravilla; cómo estar en ciertas situaciones conocidas puede hacernos viajar atrás en el tiempo, hacernos vivir viejas emociones… Y esto es lo que le ha pasado a Terrence Jones en el pasado encuentro frente a Dallas Mavericks.
La pasada madrugada del jueves, Terrence Jones no salió del banquillo por precaución por lo que tuvo tiempo de pararse a pensar en su época como rookie.
Terrence, quien está comenzando su cuarta temporada como profesional, confesó que recordaba todo en sus primeros partidos: los nervios, la ansiedad, etc. A esto añadía:
«Es un momento realmente emocionante. Era una oportunidad para probarme a mí mismo y demostrar que estaba preparado para aprender y que podía conseguir un hueco en el equipo.»
Fue el nuevo rookie, Sam Dekker, quien ocupó su puesto en el quinteto titular y a quien el propio Jones dirigió unas palabras, diciendo que le gustaba lo que veía en el alero de Wisconsin:
«Juega duro y tiene una gran actitud.»
Y para el resto de jugadores jóvenes que quieren tener mayor importancia en la plantilla, T-Jones dijo que había estado animando a todos ellos a entrenar duro para demostrar que merecen un hueco en la rotación del equipo. También dijo lo siguiente:
«Ellos van a estar nerviosos y no harán siempre la mejor jugada, pero necesitan relajarse, jugar duro y segur trabajando en todos los aspectos. Ese es mi consejo.»