En junio de 2015 los Knicks de Nueva York elegían a Kristaps Porzingis como número cuatro del draft y el Barclays Center se llenaba de abucheos.
Esta elección significaba que todo el futuro de la franquicia recaía sobre un niño letón al que casi nadie conocía, renunciando así a reputados jugadores de la NCAA como Cauley-Stein o Stanley Johnson. Pero en este inicio de pretemporada, Porzingis está dejando destellos de calidad que podrían cambiar estos abucheos por aplausos en un futuro no muy lejano.
De Kristaps destacan sus brazos largos que le permiten tirar con oposición y cerrar las entradas a canasta, por lo que el mismo Porzingis ha expresado:
«Creo que estoy preparado para ayudar al equipo»
Pero para un chico de solo 20 años, ser comparado con jugadores como Dirk Nowitzki o Pau Gasol y jugar con una estrella como Carmelo Anthony en uno de los equipos con más repercusión de la liga es todo un reto, por lo que parece normal que las expectativas sean tan altas. Es precisamente su compañero de equipo Carmelo Anthony, quien ha alabado al jugador letón recientemente:
«Kristaps es una persona con mucha confianza, eso es una cosa importante y creo que eso le puede ayudar».
Con 2.16 m de altura, Porzingis tiene un montón de oportunidades por delante para seguir creciendo como jugador de la NBA y quién sabe si algún día, alcanzar la cima del Empire State Building. Sobre el crecimiento del jugador ha hablado su entrenador Derek Fisher, que ha declarado:
«Lo ideal para Kristaps está en no tener miedo y aprovechar todas las oportunidades que se le presenten, es un gran jugador, capaz de encestar desde el perímetro y que destaca por su intensidad.»
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