Bienvenidos al futuro, al proyecto de algo grande, a las zapatillas que se atan solas, a los monopatines voladores, y unos Lakers ganadores. Oye, pero los Lakers ganando ¿no es cosa del pasado?
Pues no, si nos metemos hoy mismo, 21 de Octubre de 2015, en un DeLorean y regresamos al futuro, pongamos una fecha, una que pueda ser significativa, digamos el 21 de Junio de 2018, los Lakers habrán vuelto a ganar, o por lo menos estarán en ello. Y ¿como es posible Doc? se preguntaría un tal McFly. Bien, la respuesta es sencilla, y consta de 3 nombres:
Julius Randle, D´Angelo Russell y Jordan Clarkson. El futuro empieza en el presente.
Estos tres jóvenes son la llave para que los Lakers vuelvan a la senda de la victoria, esa senda que la historia nos ha demostrado que siempre vuelve, tarde o temprano. Es como el anillo de poder y su creador, se buscan, se encuentran, pero oye, ¡estábamos en otra trilogía histórica! ¿no?
«El futuro no está escrito, los únicos que pueden decidir el futuro sois vosotros.» Doc
Pues el viejo de Doc tiene razón, el potencial de una bestia capaz de todo en esta liga, incluso de dominarla si se lo propone, de un mago del balón que puede maravillar al mundo, y de un trabajador empedernido, con un físico privilegiado, es el que escribirá el futuro de Los Ángeles Lakers. Y si además, estos tres jóvenes se llevan bien fuera de la pista, con continuas quedadas, fotos en redes sociales juntos y buen rollo… es la base de un futuro prometedor. Recuerden que la media de edad entre los tres es de menos de 21 años, y que, si todo sale bien y se llega a 140 km/h los tres tienen potencial de All Star.
“- Hey, Doc. No tenemos suficiente carretera para ir a 140 km.
– ¿Carretera? A donde vamos, no necesitaremos carreteras.”
Quizás, la carretera sea el camino al anillo, quizás Doc sea el mentor, una leyenda en activo, probablemente el mejor jugador de todos los tiempos junto a otro Doc de Chicago, quizás lo que era el futuro, ahora es el presente, y lo que es el presente, llegará a ser un futuro de púrpura y oro. O quizás no, pero las bases están puestas.
“¿Cuándo acierta el meteorólogo? No podemos predecir el futuro.” Doc
Ahora sabemos que cuando Marty McFly llega al futuro, no solo fliparía con todas las maravillas tecnológicas, sino que vería que en Lakers (aparte de llevar 16 anillos ya), hay 3 chicos con ganas de liarla en la próxima generación de estrellas de la liga, y que si pudiera conseguir un almanaque deportivo de 2015 a 2035, por descontado que los Lakers llevarían más de 2 anillos de diferencia con los Celtics, eso no hace falta tener un 100% de seguridad para apostarlo.
“Supongo que ustedes no están preparados para esta música. Pero a sus hijos les encantará.” McFly
Que comience el concierto del Big Three
El día oportuno, las referencias perfectas, el orgullo friki a tu espalda, pero por dios vendes más humo que el que soltaba el DeLorean. Hace falta mucho más que tres proyectos de jugadores para ganar un anillo, con 4 superestrellas vosotros mismo pudisteis sentir en vuestras carnes como tampoco era tan sencillo ¿verdad? . Más que Regreso al Futuro, deberías ver Regreso a la Realidad, para no decepcionarte.
puajajajajaja una gran réplica, sí señor. Me quedo con: «y que si pudiera conseguir un almanaque deportivo de 2015 a 2035, por descontado que los Lakers llevarían más de 2 anillos de diferencia con los Celtics, eso no hace falta tener un 100% de seguridad para apostarlo.»
SI SEÑOR
Se habla precisamente del futuro, no de la realidad del momento. Un abrazo
Este artículo da verguenza, genera falsas ilusiones a un público que piensa que con supuestos «grandes proyectos» (con muy poca experiencia NBA), la presencia de un pivot fracasado, de dos amantes de la joda, y de su máxima figura en decadencia, pueden ser aspirantes a algo, cuando en la realidad este equipo esta lejos de poder, aunque sea, ingresar en Playoffs.
Lo lamento realmente por ese puñado de personas que compran el humo que este artículo les vende.
Si lo entiendes bien, el artículo habla del futuro, no de esta temporada. Abrazo, amigo indio (por el humo)