Es bien conocida la historia de los gemelos Morris con los Phoenix Suns. Fue uno de los culebrones del verano, si Markieff acabaría traspasado, tal y cómo ocurrió con su hermano Marcus, que puso rumbo Detroit cuando los de Arizona pujaban por LaMarcus Aldridge.
La situación se normalizó, o eso parece, entre Markieff y los Suns justo en el Media Day. Pero con Marcus todo es distinto, se siente despreciado por la organización y anoche se vengó con 20 puntos en la victoria de los Pistons. Además anoche fue un día que la pasada temporada no esperaba que llegase nunca, ya que Phoenix ha sido la franquicia que le ha dado la oportunidad de tener un nombre en la liga cuando en Houston era suplente.
«Si un jugador dice que no quiere jugar en un lugar y todo el mundo le pregunta sobre eso… No he visto muchos lugares donde mantengan un jugador que no quiere estar allí».
Cuando fue preguntado sobre si Markieff quiere ser traspasado respondió:
«Es mi hermano, se cómo se siente, pero no voy a responder ninguna pregunta por él. Podéis preguntarle. Le conozco y no parece feliz. Simplemente no parece cómodo ni motivado.»
Marcus por su parte reivindica que se siente feliz en Detroit, donde es titular y es el segundo máximo anotador del equipo con 17.3 puntos por encuentro. También declaró que en ningún momento trata de competir con su hermano.
«Realmente no nos preocupamos de competir contra el otro. Como he dicho, sólo estoy aquí para jugar al baloncesto. Sólo trato de conseguir la victoria.»
«Siento que estoy disfrutando con los Pistons. Espero que Markieff vaya a algún lugar donde sea feliz y podamos volver a la normalidad. Estoy feliz de ser un Detroit Piston y no lo cambiaría por nada.»