Como muchos jugadores cuando se van a un nuevo equipo, Chase Budinger ha parecido estar perdido.
Cuando los Indiana Pacers lo trajeron a cambio de Damjan Rudez, era porque confiaban en su tiro de tres y en su capacidad para correr en transición, ya que se ajustaba mejor al nuevo sistema ofensivo del equipo que el croata. Pero Budinger llegó lesionado, se perdió parte del training camp y no fue hasta el partido de ayer ante los Magic cuando descubrió su verdadero rol en el equipo.
Sus números no fueron para nada estratosféricos, con 6 puntos y 2 asistencias, pero sí fue clave en el juego del equipo en el último cuarto, cuando los Pacers tuvieron una gran racha y consiguieron finiquitar el partido.
“El entrenador hizo algunas jugadas para mí en los tiempos muertos,” dijo Budinger. “Para que saliera de bloqueos y me moviera con agresividad.”
En los ocho partidos que Budinger ha jugado con los Pacers es cierto que el aficionado se ha cuestionado si realmente había valido la pena el traspaso, y el alero ha estado intentado encontrar su lugar en el equipo.
“Aún estoy intentando descubrirlo, es un trabajo progresivo,” dijo Budinger. “Mi rol aún tiene que evolucionar y estoy intentando encajar en el sistema y en el equipo. Aún estoy intentando encontrar mejores maneras de ser más productivo.”
Pero Budinger debe darse prisa para hacerlo, ya que si Glenn Robinson III sigue jugando bien va a tener más minutos y podría relegar a Budinger a un rol aún más secundario. Pero la noche de ayer, pareció ser el jugador que los Pacers buscaban este verano.
“Es un gran jugador de baloncesto,” dijo Frank Vogel. “Entiende el ‘pasar y cortar’ muy bien. A día de hoy en la NBA, donde todo el mundo quiere ir hacia canasta, y él entiende cómo pasar el balón y cómo encontrar los espacios.”
Veremos si es solo pasajero o si realmente el verdadero Chase Budinger ha venido para quedarse.