La última adquisición de LeBron James ha sido una lujosa mansión en la ciudad de Los Angeles. La noticia se habría quedado en una simple compra inmobiliaria por parte de una de las estrellas de la NBA, sin embargo, no han tardado en aparecer disparatados rumores de que este hecho podría acercar al 23 de los Cavs a los Lakers.
Centrándonos en la casa, está situada en el barrio de Brentwood y cuenta con 9.350 metros cuadrados, cuadrados, seis dormitorios, siete cuartos de baños y todo tipo de comodidades que han costado nada más y nada menos que 21 millones de dólares. Además, fue diseñada por el prestigioso arquitecto Ken Ungar y es próxima la que fue la casa de O.J. Simpson, protagonista del ‘juicio del siglo‘, pero esa es otra historia.
En cuanto a las conjeturas que afirman que este movimiento es un acercamiento de posturas entre James y la franquicia angelina todo parece un poco inverosímil. En primer lugar, no es razonable que ‘King James’ esté considerando su marcha de Cleveland y más aun preparándola cuando la temporada acaba de empezar y toda su atención está puesta en competir al máximo nivel. Parece prácticamente imposible después de tan solo un año en Cleveland y con cero títulos bajo el brazo, exponiéndose así a otra lluvia de críticas. El 4 veces MVP se muestra totalmente centrado en su actual equipo, uno de los más en forma de la liga que además aspiran a todo y no se plantea un cambio de aires, ni a los Lakers ni a ninguna otra franquicia de la liga. Quiere ganar y lo quiere hacer en casa.