
Los Chicago Bulls revelaron el miércoles, que a partir de la temporada 2016-17 traerán un equipo de la NBA Development League a Chicago. El equipo disputará sus partidos en el Centro de Sears en Hoffman Estates, y contará con jugadores en proceso de formación para llegar a jugar a la franquicia de Illinois.
Los Chicago Bulls se unirán por lo tanto a las 10 franquicias de la NBA que ya disponen actualmente de equipo en la D-League: Cleveland Cavaliers, Golden State Warriors, Indiana Pacers, Los Angeles Lakers, New York Knicks, Oklahoma City Thunder, Philadelphia 76ers, San Antonio Spurs, Toronto Raptors y Utah Jazz. Los 170 jugadores que la temporada pasada disputaron minutos en la NBA y que provenían de la D-League hacen que sea un asunto de vital importancia para las franquicias: Aaron Brooks en los Bulls (quien jugó para Valle del Río Grande, en 2007-08), Gobert, Bledsoe, Reggie Jackson, Lin, Hassan Whiteside y Danny Green son algunos de los casos. Con este anuncio Chicago Bulls se suma a la expansión de la D-League que la temporada que viene contará con hasta 22 equipos (tres más que esta campaña).
«Creemos que este es un paso excelente para nuestra franquicia desde una perspectiva de baloncesto,» afirmó el G.M. Gar Forman sobre esta decisión. «Creemos que va a ser positivo para nuestros fans. Creo que van a disfrutar de ella y que además será algo positivo para nuestro personal. Pero por encima de todo, creo que va a ser positivo para nuestros jugadores jóvenes y estamos mirando adelante para comenzar con este equipo el año que viene y conseguir ver jugar a nuestros chicos jóvenes.»
La principal ventaja para el equipo de la NBA y de la comunidad local es poder tener el control de la franquicia. El equipo y la franquicia D-League pueden operar con su propio personal, la enseñanza de su sistema y el uso de sus propios jugadores a fin de prepararlos para ayudar al equipo de la NBA siempre que el técnico requiera su atención.
El G.M. Gar Forman ya había explicado la razón por la que los jóvenes de los Bulls no eran enviados a la D-League con la franquicia de Iowa Energy en Des Moines (equipo compartido con Phoenix): Los Bulls tenían tantos jugadores lesionados entre sus filas que no podían prescindir de ninguno más. Pero sobre todo, sin el control del equipo o al personal, a los jugadores no se les garantizaba el tiempo de juego o pedirles jugar con un estilo similar al de sus mayores, no continuando con la formación en los términos que el técnico principal necesita para incorporarlos a su plantilla.
«No hemos usado la D-League mucho en el pasado», reconoció Forman. «La principal razón es que queríamos que nuestros jugadores estuvieran dentro de nuestra cultura y dentro de nuestro sistema. Ahora que tendremos el control de un equipo de la D-League y con la proximidad que vamos a tener, dispondremos de lo mejor de ambos mundos. Vamos a tener los jugadores en nuestra casa, aprendiendo nuestra cultura, el aprendizaje del juego de nuestros veteranos, nuestros entrenadores y sin embargo, tendremos la oportunidad de enviar esos jugadores a la D-League para obtener valiosos minutos en la pista.»
Ahora todo será diferente
Forman ha afirmado: «Esta organización tiene una gran fe en la construcción a través del proyecto y en el desarrollo de jugadores de dentro.»
«Estamos muy entusiasmados con esto y creemos que este es un paso excelente para nuestra franquicia desde una perspectiva de baloncesto.»
Los Bulls contratarán un entrenador y un personal específico para el equipo de la D-League, así como el personal médico que informará al cuerpo técnico dirigido por Fred Hoiberg. Además, también será una oportunidad para los aficionados donde podrán disponer a precios moderados de partidos de alto nivel en el Hoffman Estates Sears Centre Arena para ver jugadores del calibre de la NBA.
Forman afirmó que “sería una oportunidad ideal para un novato como Portis para obtener valiosa experiencia de juego en lugar de sentarse en el banquillo esperando su turno con un plantel lleno de gente.» Y además, “para los aficionados y medios de comunicación es una oportunidad de ver el desarrollo de un jugador joven, que con el tiempo de juego, presumiblemente, estaría más dispuesto a intervenir con el equipo principal de los Bulls.»
Además, también sería utilizado para que los jugadores veteranos que salen de una lesión pudieran jugar varios partidos en la D-League para coger el tono físico (no está claro que a muchos de ellos les haga gracia). Así se tendría la posibilidad de que un jugador como Mike Dunleavy, que acaba de regresar tras la cirugía, pueda disputar algún partido en los suburbios del noroeste antes de unirse al equipo en el United Center. La normativa dice que los veteranos de más de tres años tienen que dar su aprobación a jugar un juego D-League pero los que no hayan llegado a esa cifra podrán ser asignadas simplemente por el equipo, así que ahí tienen una ventaja más de tener un equipo en la D-League.
«Hemos estado entre los líderes de la liga en jugadores seleccionados y retener a los jugadores en un segundo contrato y más allá es un ingrediente clave para mantener el éxito durante un largo período de tiempo», dijo Forman. «Esta será la herramienta más importante para nosotros: Ayudar a nuestros jugadores jóvenes a que se desarrollen y crezcan. La D-League es una excelente marca de baloncesto y la competencia es tremenda. Sabemos lo fuerte que es la competencia y es nuestro plan para usar esto creando una base consistente para nuestros jugadores jóvenes.»
Pero para llevar a cabo todo este plan, el primer paso es poner un nombre y el G.M. ha pedido la opinión de sus aficionados, se centra en que sea un nombre que represente al equipo y a la ciudad. Los aficionados que quieran aportar sus ideas deben vivir dentro de las 75 millas de Chicago y tener como premisa base que la palabra “BULLS” deberá ser incluida en el nombre. Esperemos que la realidad sea mejor o por lo menos parecido en lo que hemos visto sobre el papel, en ese caso, el futuro de los Chicago Bulls estará asegurado.