Orlando Magic empieza a parecer un equipo. Y para demostrarlo, uno no tiene que retroceder mucho, solo hay que ver el fondo de armario que permite al coach, Scott Skiles, experimentar incluso con una lesión de un hombre tan importante como Nik Vucevic.
De hecho fue Vucevic el que hizo posible la remontada ante Lakers, saliendo del banquillo como suplente de Dewayne Dedmon.
Nikola fue quien anotó el buzzer-beater que valió para ganar a Los Ángeles, y anotó además 18 (9/16 TC) puntos en 26 minutos, con una buena ristra de lanzamientos en suspensión.
Cuando Vucevic vuelva al quinteto inicial, seguirá habiendo muy buenos anotadores en la banca, tales como Frye, Gordon, Napier (quien fue el máximo anotador del partido con 22 puntos) y Hezonja. Entre todos anotaron 47 puntos.
Esta profundidad de banquillo es la que ayuda a sobreponerse a las lesiones. El día antes del partido, eran CJ Watson y Jason Smith los que no podrían participar. Luego se les unió Victor Oladipo, con una conmoción cerebral.
«Pienso que como profesionales, este es nuestro trabajo», comentaba Channing Frye. «Tenemos que estar preparados para cualquier cosa. El entrenador está constantemente buscando fórmulas y jugadores para darle esa chispa a los partidos y encontrar un buen ritmo. Los que mejor nos vinieron fueron Shabazz y Devin (Marble), que no habían tenido demasiados minutos, entraron en el juego y nos dieron un gran empuje. Debemos estar preparados. Creo que debemos entender que hay partidos en los que no vas a jugar, y partidos en los que sí. Pero hay que estar listo para cualquier cosa.»
El banquillo Magic consiguió 65 puntos, mientras los titulares flojeaban con un 31% en tiros (15/47). Por ejemplo, Channing Frye anotó 6 de 7, incluyendo un par de triples marca de la casa, a los que añadió 5 rebotes con una buena dosis de defensa, al conseguir un robo y ayudar a Payton con otro.
Si el banquillo sigue produciendo así, Orlando Magic tiene aún más posibilidades de escalar posiciones y volver a los ansiados PlayOffs.