Conocido por su inexplicable habilidad para reclutar jugadores, Pat Riley, El Padrino, como le conocen en South Beach, falló en lo que hubiera supuesto un golpe de efecto en la liga, algo a lo que no nos tiene acostumbrados. Durante la agencia libre, trató de convencer a LaMarcus Aldridge para recalar en Florida. Sin embargo, sin darse cuenta, sus palabras ayudaron al jugador a elegir a los Spurs.
¿Cómo puede ocurrir algo así? Te lo contamos a continuación:
Popovich y Aldridge habían acordado una reunión para el 3 de julio. No obstante, el presidente de los Heat logró persuadir al, hasta entonces, jugador de los Blazers para verse un día antes. Imposible resistirse a Riley. Si Pat quiere algo, acaba consiguiéndolo… O eso creía él.
El deseo de Riley era traer a Aldridge, pero el límite salarial lo impedía. Por tanto, la idea era que renovara por un año con Portland y en 2016, ya con espacio salarial, firmar con Miami; algo que no seducía mucho al jugador. El objetivo por entonces era quitarle la idea de firmar con Suns, el candidato favorito hasta el momento. Sin embargo, sus palabras no sólo influyeron a la hora de rechazar a los de Phoenix, sino que le ayudaron a elegir a la franquicia que humilló a los Heat en las finales de 2014.
«Me dijo: «eres un buen jugador, pero puedes convertirte en uno de los grandes«, aseguraba para Yahoo!Sports. «Has tenido buenas temporadas individualmente, pero para ganar hay que estar rodeado de jugadores de gran nivel. Cuando tienes compañeros dispuestos a sacrificarse contigo y promediar 18-19 puntos en lugar de 24, puedes triunfar»
«Me decía: «quizás tengas un rol algo menor, pero al final del día quieres que te conozcan por ser un campeón. Los campeones deben hacer cosas diferentes». Él se llevó a Bosh de Toronto, promediando 21 puntos, a Miami, y la gente decía que no era importante en el equipo. Continuó diciéndome: «No hubiéramos ganado ningún anillo sin él»
«Al final llega un momento en tu carrera en que tienes que decidir si quieres mantener esas estadísticas tan increíbles o convertirte en un auténtico campeón«
Aquel 2 de julio, Riley acababa de ponérselo en bandeja a Popovich; un regalo que ni el primero quería dar y que el segundo no se esperaba. Todo cuadraba para Aldridge. Se iba a un equipo que aspira al título siempre, un equipo donde todos se sacrifican por el bien común, un equipo donde iba a ser ese auténtico campeón que le decía Riley. ¿Para qué tirar un año en Portland esperando a Miami pudiendo irse ya a San Antonio a pelear por el anillo?
«Sí, lo que [Riley] dijo influyó muy positivamente en mi decisión de venirme a San Antonio»