Todos aquellos que sigan a R.J. Hunter en sus diversos perfiles de las principales redes sociales deben esperar una menor presencia del guard de Ohio en las mismas. Sus más de dieceseis mil seguidores en Twitter y treinta y cinco mil de Instagram verán cómo se dilata el tiempo entre actualización y actualización del joven jugador.
«Instagram, Snapchat, Twitter, he acabado con todo eso. Lo he bloqueado»
No es que el jugador haya cerrado sus perfiles, puesto que se puede seguir accediendo ellos, solo que él ya no entra en ellos. El motivo: intentar aislarse lo máximo posible de lo que pueda estar diciendo la gente sobre él.
«Cuando estás arriba, Twitter es tuyo. Cuando estás abajo, Twitter te está matando. Necesito equilibrio en mi vida y eso no me lo da. Así que estoy desconectado»
No es la primera vez que el jugador hace algo parecido, sino que en su año de junior en Georgia State ya optó por realizar un apagón tecnológico. La verdad es que viendo twitter arder algunas noches no se le puede culpar de querer alejarse todo lo posible de ese ruido.