Tras una nueva derrota frente a Denver Nuggets la directiva de los Rockets tomó una decisión que según iba avanzando la temporada iba a ser más inminente. El novato Sam Dekker, tras jugar apenas unos minutos de la basura en 3 partidos, ha sido enviado a Rio Grande Valley Vipers, filial de éstos en la liga de desarrollo.
Con esta decisión esperan que vaya cogiendo confianza y minutos de juego para si hiciese falta que volviese al equipo principal de los de Texas si hiciese falta a lo largo de esta temporada. No obstante, según la progresión vista de la rotación de McHale, no tiene pinta de que esta temporada vaya a gozar de muchos minutos salvo alguna sorpresa, que nunca se sabe.
Sam Dekker tiene 21 años y su etapa universitaria duró tres temporadas, en las que jugó para Wisconsin, llegando la temporada pasada a la final de la NCAA en la que perdieron frente a Duke. Juega de alero y de ala-pívot y destaca por su corpulencia física, por lo que era especialmente conocido en esta última etapa de su carrera.
El joven alero se unirá en Rio Grande a un KJ McDaniels que tampoco ha conseguido encajar en el esquema e McHale, a pesar de las buenas sensaciones que transmitió mientras estuvo en Philadelphia 76ers.