McDermott afronta su segunda temporada en la NBA con ilusiones renovadas tras una primera temporada un tanto decepcionante al no conseguir hacerse un hueco en la rotación de Thibodeau y, posteriormente, sufrir una grave lesión en su rodilla. La llegada de Fred Hoiberg al banquillo esta nueva temporada, unida a la lesión sufrida por Dunleavy, le han abierto las puertas de la titularidad en su segunda temporada en las filas de los Bulls.
El que fuera seleccionado 11º en el Draft del año 2014 siempre destacó más por sus capacidades ofensivas que por su aportación en defensa, y así está siendo su aportación en la presente campaña (10.8 puntos en 20.9 minutos por partido). Ofensivamente es un arma letal desde la larga distancia, es el cuarto mejor triplista de la NBA con un 53% de los triples convertidos (20/35).
Sin embargo, su defensa destaca por su ausencia, y esto queda patente en las estadísticas. Con Doug sobre la pista los Bulls son la sexta peor defensa de la NBA, con un rating defensivo de 105.5. En cambio, cuando McDermott se encuentra en el banquillo, los Bulls son la mejor defensa de la NBA con un rating de 88.8.
Al no ser un jugador que destaque por su rapidez ni por su corpulencia, le cuesta defender a la mayoría de aleros titulares de la liga. Además, conocidas son sus desconexiones defensivas, quedándose y llegando tarde en los bloqueos, permitiendo puertas atrás con suma facilidad, etc.
McDermott: «Lo más importante es que estoy intentando mejorando defensivamente en los entrenamientos. Es duro. Me señalan muchas personas. Defendí muchos ala-pivots en la universidad y ahora estoy defendiendo aquí (en la NBA) a aleros muy atléticos . Es algo que tengo que mejorar si quiero estar en cancha.»
Puede que sus características con el tiempo le lleven a la posición de ala-pivot (ocupada por un jugador de similares cualidades como Mirotic), aunque para ello debería de pasar horas y horas en el gimnasio aumentando su peso y su fuerza.
En definitiva, Hoiberg ha encontrado en McDermott una nueva amenaza ofensiva con un tiro exterior muy fiable (una de las carencias de los Bulls en pasadas temporadas). Es un jugador joven que debe mejorar de forma notable su IQ, así como su defensa. De conseguir estas mejoras se le augura un futuro muy prometedor en la liga junto a la franquicia de Illinois.