Dallas Mavericks, los agitadores del Oeste

Ningún experto ni aficionado podía prever el arranque de los de Carlisle
Foto: Michael (CC)

Durante el pasado verano todos los expertos a este y al otro lado del charco (entre los que me incluyo) daban a los Dallas Mavericks como un equipo defenestrado y con pocas (nulas) posibilidades de conseguir una plaza para los Playoffs 2016; pero un comienzo fulgurante de los texanos, que ha sorprendido hasta a los propios aficionados de la franquicia, hace que los fieles a la franquicia dirigida por Cuban sueñen con disputar la postemporada.

Y es que tras un verano aciago en los despachos por no cerrar la contratación de Jordan y viéndose obligados a reforzar la pintura con los retales disponibles tras armarse el resto de equipos de la competición, Rick Carlisle, entrenador acostumbrado a sacar lo mejor de alineaciones confeccionadas con piezas destinadas a no encajar entre sí, lo ha vuelto a hacer.

A pesar de que aún sea pronto para lanzar las campanas al vuelo y afirmar que los Mavericks se clasificarán para la postemporada, no es pronto para afirmar que la franquicia afincada en Dallas ha sorprendido a propios y extraños con su gran arranque de temporada. Actualmente cuentan con un balance de 7-4 y ocupan la segunda plaza de la división Suroeste, la más dura de toda la NBA, y la única que el año pasado logró que sus 5 equipos se clasificaran para los Playoffs; Memphis, San Antonio, Houston, New Orleans y los propios Mavericks son los que componen dicha división.

Su récord les vale para situarse en la tercera posición de la Conferencia Oeste en la carrera por los Playoffs, teniendo por delante solamente a los Spurs (8-2) y los intratables e invictos Warriors (11-0). Este hecho hace que el arranque de los Mavericks cobre una dimensión mayor aún.

Los fans de los Mavericks no deben de enorgullecerse únicamente por el récord de su equipo y su buen arranque en cuanto al balance victorias-derrotas, también pueden presumir de que su equipo sea uno de los más vistosos de la liga. El juego de los Mavericks se basa en un juego coral, con una buena circulación de balón perimetral y en la creencia de que el conjunto es superior a la suma de sus partes de forma individual.

Analicemos:

  • De los 11 partidos jugados por los Mavericks en lo que va de temporada, hasta 10 jugadores han partido en al menos una ocasión desde el quinteto inicial.
  • Ningún jugador de la plantilla disputa más de 30 minutos por partido (Deron Williams es el jugador que más minutos disputa por noche con 30) y solamente 2 jugadores juegan menos de 10 minutos por choque (Mejri y Justin Anderson).
  • 4 jugadores de la plantilla promedian más de 10 puntos por partido (Dirk Nowitzki, Deron Williams, Wesley Matthews y Dwight Powell). Uno se queda a las puertas con 9.9 puntos por partido: Zaza Pachulia.
  • El 57.7% de sus puntos vienen precedidos de una asistencia. Decimotercer lugar entre las franquicias de la NBA.
  • Son un equipo muy seguro. Ocupan la sexta posición en el ratio Asistencias/Pérdidas, con un promedio de 1.62 asistencias por pérdida de balón cometida.
  • Son el segundo equipo que menos pérdidas comete por partido con 13.1 por partido.  Se nota la dirección de Deron Williams, que parece haber resucitado para la práctica del baloncesto.
  • A pesar de que en verano el juego interior quedara mermado y se presupusiese que era uno de los puntos débiles del equipo, los jugadores de Carlisle han arrimado el hombro para convertirse en el undécimo equipo que más rebotes coge (45.7 por partido), superando a equipos como los Rockets, Grizzlies, Clippers…
  • Del total de rebotes 37.2 son rechaces en el propio aro. Dato que nos indica que una de las máximas de la franquicia es proteger el aro propio y evitar segundas oportunidades de los rivales.
  • Los Mavericks no centran su ataque en el tiro de 3 o en jugadas lejos del aro. Buscan atacar continuamente la canasta rival para aumentar las posibilidades de conseguir anotar o sacar un billete a la línea de tiros libres. En esto último los jugadores de la franquicia texana se han convertido en expertos, siendo el segundo equipo que más faltas saca a los rivales con 24.7 por partido.
  • Saben cerrar los partidos apretados. El +/- de los Mavericks en los 11 partidos disputados es de +1.4, lo cual nos indica que la diferencia media en sus choques es de 1.4. Partidos ajustados que según demuestra el récord positivo de la franquicia, han sabido llevar a su terreno. Síntoma de una mentalidad ganadora.
  • Sexto equipo al que menos puntos anotan sus rivales en la pintura.
  • Tercer equipo que deja a sus rivales con el % de triples más bajo (30.6%) y 9º en % de tiros de campo concedido (42.6%).
  • Los Mavericks se han visto favorecidos por el mal arranque de los competidores directos en la lucha por los últimos puestos de Playoffs. Sacramento (4-7), Lakers (2-9) y New Orleans (1-9) se antojaban a priori como competencia directa por la octava plaza.

La conclusión principal que se puede obtener tras analizar las estadísticas acumuladas de los pupilos de Rick Carlisle en lo que llevamos de temporada es el triunfo del baloncesto práctico y sencillo de toda la vida. Asociativo y colaborativo en ataque y en defensa. El triunfo del bloque y el trabajo en común de todos los jugadores en aras del bien colectivo; puntos presentes siempre en los equipos dirigidos por Rick Carlisle.

Estas son las razones por las que los Dallas Mavericks nos invitan a creer son capaces de luchar por una de las plazas que dan acceso a la postemporada en el caso de continuar practicando un baloncesto serio y práctico, el de toda la vida. En una época marcada por entrenadores innovadores, small-ball e interiores triplistas, Rick Carlisle ha decidido confiar en el Back-to-Basics que tan buenos resultados ha dado a lo largo de la historia del baloncesto.

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