Hace unos días, Jared Sullinger, pidió más intensidad de todo el equipo en el apartado reboteador, Dejó claro que no quería señalar a nadie, todos incluido él debían dar un paso al frente y elevar su impacto en los tableros.
Los Thunder llegaban como el líder en rebotes ofensivos de la liga, y el número 7 de los verdes fue el puntual en las zonas que sirvió para agarrar 13 rebotes más que los de Oklahoma.
«Creo que hicimos un gran trabajo contra el mejor equipo cogiendo rebotes ofensivos de la liga», decía Sullinger. «Fue un esfuerzo de equipo. Hicimos un gran trabajo«.
Los rebotes ganan partidos, y los Celtics los necesitan para ganar. Las estadísticas no mienten:
Victorias:
- Thunder: 13 rebotes más.
- Hawks: 15 rebotes más.
- Wizards: 8 rebotes más.
- Bucks: 4 rebotes más.
- Sixers: 6 rebotes menos.
Derrotas:
- Spurs: 6 rebotes menos.
- Pacers: 4 rebotes menos en el primer partido y 5 rebotes menos en el segundo.
- Raptors: 15 rebotes menos.
Con la salvedad del partido que abría el curso, los Celtics han necesitado coger más rebotes que su rival para llevarse la victoria. El último partido es una muestra más de este patrón, y Sullinger lideró al equipo con 15 rebotes, su marca más alta de la temporada.
«Sully estuvo genial en los rebotes», contaba Stevens tras la victoria.
La arenga de Sullinger surtió efecto:
«No basta con sentarme aquí (con la prensa), y matarnos por ser malos reboteadores, tengo que tomar la responsabilidad también«, dijo un Sullinger que lidera al equipo con 9,2 rebotes por partido. «Entendí lo que dije ante los medios, y si no salia y jugaba de la manera que exigí, iba a generar muchas preguntas. Solo tengo que salir y seguir jugando, hacer lo que estoy haciendo.»
El siguiente escollo son unos Rockets con dos figuras dominantes en los tableros, Howard y Jones, que pondrán las cosas difíciles para Sullinger y compañía.
«Tiene que ser un esfuerzo de todo el equipo», dijo Sullinger. «No es cuestión de unos contra uno cuando te enfrentas a jugadores así«