Todo equipo tiene su pasado oscuro, y los Clippers no son menos, y bastante reciente. Corrían los Playoffs de 2014, Los Angeles Clippers acababan de vencer a Golden State Warriors en una disputadísima serie que terminó 4-3. Y mientras jugaban la segunda ronda ante Oklahoma City Thunder, unas grabaciones del propietario del equipo angelino, Donald Sterling, salieron a la luz. En esas grabaciones,Sterling hacía ciertos comentarios racistas y xenófobos en contra de la comunidad afroamericana.
A pesar de ser unas conversaciones totalmente privadas, fue castigado a pagar una sanción de 2.5 millones de dólares y a estar vetado de por vida de una cancha de la NBA.
Acabado todo el caos, la mujer de Donald Sterling, Shelly Sterling, vendió la franquicia californiana a su actual propietario, Steve Ballmer. Que posteriormente cambió el logo, la pista y las equipaciones de la franquicia, separándose lo máximo posible de ese oscuro pasado.
Pero Donald Sterling jamás tiró la toalla por la pugna de los Clippers, apelando hasta el último día, y una vez más, el Tribunal del Segundo Distrito de California ha cancelado la apelación, por tanto, Sterling seguirá vetado de todas las arenas que alberguen un partido de la NBA y, por supuesto, no volverá a influir en aboslutamente nada en el equipo angelino.