Cuando restaba todavía algo más de siete minutos para la conclusión del partido frente a Charlotte, el Madison Square Garden no pudo contenerse más, el nombre de Porzingis retumbaba de lado a lado del estadio y el jugador contestaba en la pista. Sin embargo, el letón se muestra cauto, ya que la noche del draft fue abucheado y, desde entonces, no ha podido sentirse del todo seguro con su afición. Pero ahora está claro, su afición le adora, a medida que él demostraba sus extraordinarias cualidades sobre la pista partido a partido, la afición fue cogiéndole cariño y ahora mismo es el jugador de los Knicks que más ilusiona. Se ha convertido en el jugador más joven de la historia del equipo neoyorquino en conseguir al menos 25 puntos y 10 rebotes. Carmelo se deshizo nuevamente en elogios hacia su compañero:
«Sabía que estaba listo. Sabía que esto iba a pasar. Estoy completamente seguro de que esta es la primera de las muchas grandes noches que vais a ver. Me sentí muy bien cuando escuché a nuestro estadio cantar su nombre. Estoy orgulloso de él»
El propio jugador, pese a mostrarse cauto en la mayoría de las declaraciones, reivindicó estar preparado:
«Todo el mundo estaba diciendo ‘proyecto’ o ‘en unos años’, pero yo sabía que estaba listo para jugar ya«
También expresó su deseo de jugar toda su carrera en los Knicks:
«Esa es la carrera que quiero tener, una carrera larga y exitosa. Quiero jugar en Nueva York el resto de mi carrera. Ese sería mi sueño»
Demostrado queda que ya nadie duda de Kristaps Porzingis, ni su afición, ni sus compañeros, ni su entrenador, ni él mismo.