
Todo comenzó en el año 2008, la franquicia red lograba hacerse con el derecho a elegir en primer lugar en el próximo Draft, estableciendo de paso un nuevo récord, ya que las posibilidades con las que contaban al inicio de la lotería era ínfimas, un 1.37%, el porcentaje más bajo en la historia de la NBA en ganar la lottery.
Con el inicio del nuevo curso baloncestístico, asistiríamos de manera indirecta al nacimiento del jugador que marcaría gran parte de las esperanzas de la afición que noche tras noche asistía al United Center. Esta esperanza llamada Derrick Rose obtendría el premio al rookie del año anotando 20 o más puntos durante los primeros 45 partidos de temporada regular. Un base de 1.91m, procedente de la Universidad de Memphis y natural de Chicago.
Tras una magnífica primera temporada, daba comienzo el año sophomore, diversos medios y periodistas encargados de cubrir las noticias de la franquicia denominaron a esta temporada en la carrera de Rose como «La calma que precedió a la tormenta». A nivel de equipo no lograron el objetivo de entrar en PlayOffs pese a una gran recta final de los de Vinny del Negro. Sin embargo, a nivel individual participó por primera vez en el All Star Game y se adjudicó, junto al Team USA, el mundial celebrado en Turquía.
Finalmente llegaría la que, hasta el momento, ha sido la mejor temporada de D-Rose, hablamos de la temporada 2010/2011. Con la madurez adquirida tras llevar unos años en la liga y explotando al máximo esa habilidad para finalizar de manera semi acrobática canastas imposibles frente a defensores rivales que, por norma general, le superan con creces en altura y kilos. El asesino de la ciudad del viento se consagró como una súper estrella de la NBA promediando 25 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes por partido, liderando a la franquicia de Illinois al mejor récord de la temporada regular con 62-20 y haciéndose con el premio de MVP, el segundo jugador en toda la historia de los Bulls en lograrlo tras, ojo, Don Michael Jeffrey Jordan.
Volvíamos a recuperar el orgullo de una franquicia 6 veces campeona, tal vez no tuvimos una oportunidad seria de disputar el anillo, pero de la mano de Rose se nos volvía a situar en el mapa.

Ahora bien, si hablando de Derrick Rose nos situábamos en la posición más alta del Draft, para definir al siguiente jugador debemos desplazarnos hasta la posición número 30. Se trata de un joven de 2.01m procedente de la Universidad de Marquette y natural de Houston, que desde su llegada a la liga, la historia de su dura infancia y el abandono de su madre cuando tenía 13 años han ocupado siempre un lugar junto a su nombre. Hablamos de Jimmy Butler.
En su primera temporada como rookie tuvo poca presencia en la cancha, entre que se trataba de un equipo bastante consolidado y que se redujo el calendario debido al «LockOut», Jimmy pasó más tiempo en el gimnasio que en el parqué del United Center. Debido a las escasas oportunidades que había tenido de hacerse valer, decidió jugar la Summer League donde promedió unas cifras de 20 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias. Su gran oportunidad le llegaría un 19 de Enero de 2013, cuando tras una lesión de Luol Deng, el ya ex entrenador Tom Thibodeau decidió confiar en él como titular en un partido en el que solamente descansó 17 segundos. A partir de entonces, la participación de Jimmy Buckets en la rotación fue aumentando ampliamente hasta conseguir el récord de minutos jugados con la franquicia de Illinois, dejando la marca en 60 tras un interminable partido de 3 prórrogas frente a Orlando Magic.
En la actualidad, Butler es considerado uno de esos jugadores que sin ser el mejor en nada, es bueno en todo. Un jugador que ha sobrepasado con creces las expectativas de propios y extraños, un polivalente jugador en ataque y uno de los mejores defensores exteriores de la NBA, como demostró en las finales de la Conferencia Este frente a Lebron James. Esta pasada temporada Jimmy Butler dio un paso adelante consolidando su estilo y convirtiéndose en el líder de los Bulls, algo que le sirvió para recibir este año el premio al jugador más mejorado.
Es por esto que me gustaría lanzar una pregunta al aire.
¿Sigue siendo en la actualidad Derrick Rose el activo más importante del equipo, o ha quedado rezagado a un simple buque insignia de la franquicia, recordado por lo que un día hizo pero valiéndose de las actuaciones de Jimmy Butler para sacar los partidos adelante?
Lo que parece verdaderamente es que en esta guerra, como en otras tantas… «Only the strong survive».