Cuando LaMarcus Aldridge abandonó la franquicia de Oregon y su general manager, Neil Olshey, reforzó el equipo con jugadores jóvenes que acompañasen la progresión de la estrella Damian Lillard, el principal problema que se originó fue la falta de espacio en ataque que se produciría cuando compartiesen pista cualquiera de las nuevas incorporaciones, ya que ninguno venía con fama de especialista exterior. Sin embargo la esperanza era que al menos Al-Farouq Aminu, que en pequeñas muestras había demostrado ser capaz de acertar de tres, pudiera mejorar lo suficiente como para que las defensas rivales le respetasen.
Pues bien, dentro de unos Blazers (6-9) que están rindiendo mejor de lo esperado en una dura Conferencia Oeste, esa hipótesis se ha cumplido y Aminu, con un acierto que bate todos los registros de su carrera, se ha ganado el rol de tercer anotador del equipo por delante de jugadores como Leonard, Ed Davis o uno de las incorporaciones más destacadas de este verano, Gerald Henderson, con 12,7 puntos por encuentro y un 35,8% en triples en 4,5 lanzamientos por partido. Ambas marcas son de lo mejor de la escuadra entrenada por Terry Stotts por detrás de Lillard y CJ McCollum – en el tiro exterior apenas le supera el alero suplente Allen Crabbe, aunque en 2,5 intentos de media -.
No sólo está Aminu pulverizando sus porcentajes, sino que también ha convertido el triple en una herramienta muy importante de su juego, lanzando casi más de tres triples por noche; más que en ninguna de sus temporadas anteriores en la NBA. De hecho el nigeriano ex de Clippers, New Orleans y Dallas ha intentado cinco o más triples en la mitad de los partidos disputados hasta ahora, y los Blazers lo han recibido como agua de mayo, ya que la lesión de Meyers Leonard, que todavía le mantiene fuera del equipo, y el pobre rendimiento de Noah Vonleh pese a su titularidad han limitado mucho el desarrollo del ataque de Portland. Su único lunar se encuentra en las esquinas, que se supone el tiro más fácil de larga distancia, pero que según indican las estadísticas no está siendo precisamente su fuerte.
Son especialmente importantes sus porcentajes en relación al defensor más cercano, ya que con un oponente de dos a cuatro pies de distancia, Aminu tiene un acierto del 45,5% en 0,7 tiros por encuentro; una cifra bastante buena. La muestra es todavía muy pequeña, apenas 15 partidos, y podría no ser sostenible durante toda la temporada, pero estos datos son esperanzadores para los seguidores de Portland, y reafirman la esperanza de la directiva de los Blazers de que el natural de Atlanta pudiera desarrollar lo suficiente su lanzamiento de larga distancia para justificar el contrato de 30 millones que se le dio este verano. De hecho, el ex de Wake Forest está acaparando un cuarto de todos los triples que intenta Portland, muchas veces aprovechando que el rival esconde a su peor defensor con él y concediéndole espacio en el lado débil del ataque – como Houston con James Harden recientemente -.
El porcentaje de tiros de campo efectivo de Aminu en sus catch and shoot – lanzamientos tras recibir un pase – es de 54,9%, similar al de jugadores como DeMarre Carroll, Marco Belinelli o Evan Fournier – estableciendo un mínimo de tres triples intentados por partido -. Puede que comparado con especialistas sus registros todavía no sean muy llamativos, pero esta evolución en el juego de Aminu puede significar el éxito de la apuesta realizada por Olshey esta offseason.
Tampoco hay que olvidarse de lo que aporta en su conjunto Aminu, ya que según Basketball-Reference.com, con él en pista los Blazers tienen un rating neto de +4, con uno ofensivo de 108,1 – los Golden State Warriors son los únicos que lo mejoran, con 111,8 -, y con el alero en el banco el rating neto es de -11,9, incluyendo un horroroso 111 en defensa. Su diferencial, de +15,9, es el mejor de todo el conjunto de Oregon – sin contar a Tim Frazier, que apenas ha disputado 25 minutos en lo que llevamos de 2015-16 -, por encima incluso del +10,7 de Lillard. El hecho de que pueda abrir el campo posibilita que Stotts pueda dar más minutos a Mason Plumlee o Ed Davis, que viven exclusivamente debajo del aro. Es muy interesante que cuando juega Aminu los Blazers tienen 52,1% de porcentaje de tiro de campo efectivo, y que cuando no lo hace, éste baja a 47,3%, con un diferencial neto de +0,48, algo que solamente superan Leonard y Lillard obviamente. El primero no es sorprendente porque normalmente quien le reemplaza en el quinteto es otro jugador interior, y su tiro exterior no tiene sustituto todavía.
En total Portland debe estar satisfecho del rendimiento de Al-Farouq Aminu en lo que va de curso, y contento en general con lo que puede seguir contribuyendo a los Trail Blazers el que es ahora mismo el jugador mejor pagado su joven plantilla.