Es evidente que no se ha adaptado a las exigencias del juego ni al equipo, dados sus pobres registros en lo que llevamos de competición (promedia 1,0 puntos en 3,3 minutos por partido).
Pese a no tener unas grandes expectativas sobre su aportación a corto plazo, su rendimiento ha resultado paupérrimo. Para los aficionados españoles, sin embargo, esta era la historia de un fracaso anunciado, tras observar sus actuaciones en la ACB, nadie esperaba un rendimiento alto del germano en la competición más exigente del mundo.
Y ya se ha confirmado lo que era un secreto a voces, Utah Jazz envía a Pleiss a su equipo en la liga de desarrollo, la D-League, los Idaho Stampede, para que disponga de minutos en la cancha, y pueda trabajar su físico y conceptos tácticos a un nivel de exigencia menor, en un entorno más «amable».
Para Tibor Pleiss no debe suponer ninguna deshonra, ya que destacados miembros del actual roster pasaron por la D-League. Elijah Millsap o el center titular Rudy Gobert son los ejemplos a seguir por el jugador alemán.