Los Portland Trail Blazers ocupan el undécimo puesto en la Conferencia Oeste con un récord de 7-12 tras perder recientemente con los Dallas Mavericks 112-115 en la prórroga, en casa. Nadie pensaba que el conjunto entrenado por Terry Stotts sería candidato a los PlayOffs al principio de año, pero con un comienzo moderadamente esperanzador y los problemas de otras escuadras como los Clippers, los Rockets y los Pelicans, no es un objetivo descabellado y las últimas plazas que darían acceso a las eliminatorias por el título parecen muy abiertas. Así, es normal que haya gente que piense, tras ver cómo el banquillo ha jugado bien de manera consistente en estas últimas semanas, que algunos cambios en la alineación puedan ayudar a los de Oregon a dar un salto de calidad.
En el último encuentro contra Dallas fueron los suplentes los que mantuvieron con vida a Portland en un choque en el que ni Damian Lillard ni CJ McCollum estuvieron especialmente finos, pero su puesto está asegurado pase lo que pase, más que nada porque son las dos referencias ofensivas y los únicos dos jugadores de Blazers capaces de generar juego por sí mismos y para los demás. Sin embargo, Mason Plumlee, Noah Vonleh y Al-Farouq Aminu sumaron 3 puntos y 7 rebotes en 1 de 7 en tiros entre los tres. Mientras, los suplentes como Gerald Henderson, Meyers Leonard, Ed Davis y Allen Crabbe dieron la vuelta a la situación y a punto estuvieron de decantar el partido en favor de los de casa.
Leonard proporcionó un muy necesario tiro exterior, con 4 de 11 en triples y 8 de 17 en total, dando un argumento definitivo para volver a su puesto como titular en lugar de Vonleh, que excepto algún pequeño detalle ha sido un cero a la izquierda desde su llegada a la costa norte del Pacífico. Pero Leonard sale desde el banquillo por la lesión que tuvo hace semanas, y es muy posible que recupere su papel próximamente. De hecho, el quinteto que más minutos ha registrado este año para los Blazers es el que forman él y los otros cuatro titulares – Lillard, McCollum, Aminu y Plumlee – con diferencia, 140 minutos en 10 partidos por los apenas 98 de la siguiente unidad, que es el actual cinco inicial.
Si asumimos que el interior de Illinois es de por sí un hombre de inicio, el problema sería reemplazar, o no, a Aminu y Plumlee. Ambos son jugadores muy jóvenes con defectos evidentes, pero también con potencial para ser al menos importantes piezas de rotación en cualquier equipo de la NBA. El primero es tal vez el primer señalado porque tras un esperanzador comienzo de año ha vuelto a su condición de errático tirador exterior en un equipo que no anda sobrado de espacio. Tras una temporada en Dallas donde fue fructífero ocupando la posición de ala-pívot y aportando excelente defensa individual y colectiva, los Blazers le firmaron para que retornara a su rol habitual de tres, donde sin embargo su ya de por sí escaso ataque se ha contraído, con el peor porcentaje de tiros de campo de su carrera y lanzando aún más triples que nunca – el 42,1% de sus intentos son de tres -. El nigeriano está contribuyendo con 10,9 puntos y 7,3 rebotes por encuentro, pero sus estadísticas parecen vacías en contraste con Crabbe, que con apenas 8,6 tantos por partido – en 8 minutos de media menos – está acertando con casi el 41% de sus triples.
De hecho, si nos dirigimos a Basketball-Reference y hacemos uso de su medidor de offensive win shares, Aminu es el único jugador relevante – Vonleh y Henderson también, pero este último ha jugado poco más de la mitad de los partidos – de los Blazers en negativo, con -0.1, lo que quiere decir que en ataque está restando claramente. Sin embargo, en defensa aporta +0,6, solamente por detrás de Plumlee. Aminu es un pobre tirador, pero eso ya lo sabía Portland y claramente su valor para el equipo está en el otro lado de la pista. El problema es su ineficacia en la zona restringida, donde está muy por debajo de la media de la liga.
Es posible que Portland esté desaprovechándole con tantos minutos en el perímetro, y es que según Basketball-Reference Aminu está jugando como alero más del 70% del tiempo. Pero con Plumlee, Davis, Leonard y en menor medida Vonleh, la apuesta era desarrollar el tiro del ex de Dallas, New Orleans y Clippers lo suficiente como para que no fuera un problema en ataque. E, increíblemente, los Blazers son 6,8 puntos mejores con él en pista, mientras que con Crabbe la cifra es -10,2. Por supuesto esto se puede deber a que el primero juega con Lillard y McCollum en gran medida, mientras que el banco de Stotts sufre bastante en el aspecto de creación.
Tal vez sea mejor analizarlo desde otro punto de vista, como el de las posibles combinaciones de jugadores, para ver si es verdad o no que Portland se beneficiaría con Aminu como reserva. Con el cinco que más minutos ha disputado – Lillard, McCollum, Aminu, Leonard y Plumlee -, Portland tiene unos números eléctricos en ataque, con 48,8% en tiros de campo y 43,3% en triples – 39 de 90 -. Los números de la segunda unidad, que son a grandes rasgos McCollum de base con Mo Harkless, Crabbe, Davis y Vonleh, son sin embargo muy malos, con un 39,3% de acierto en tiros de campo en 50 minutos – tercer quinteto con más tiempo en pista juntos -.
Sin Aminu el porcentaje efectivo de tiros de campo del equipo baja de un 51,1% a un 46,7%, pero tal vez esto no tenga nada que ver con él sino con el hecho de que la mayor parte de sus minutos sean con Lillard en cancha. De hecho, de sus 596 minutos disputados, 533 han sido en combinación con el All-Star. Ese dúo tiene +33 en lo que vamos de campaña, mientras que la dupla Crabbe y Lillard tiene -38, una de las peores marcas de toda la la plantilla. De hecho, fuera de lo absurdo de las parejas de Warriors y Andre Drummond con otro hombre de los Pistons, ese registro de Aminu y Lillard es de los más positivos en toda la NBA.
El principal problema de Portland, en definitiva, no está en la parcela ofensiva, donde son un equipo en la zona media alta de la liga, sino en defensa – su rating es el 24º con 105.2 puntos recibidos por partido – y en la posición de segundo base, y ahí el cambio Crabbe por Aminu o Vonleh poco va a afectar. Los Blazers confiaban en que McCollum pudiera dar un salto como combo guard y darle el papel de director de orquesta de la segunda unidad de facto, pero es un proceso que llevará tiempo y que tendrá sus momentos puntiagudos.
Ahora mismo es precipitado cebarse con el papel de Aminu en ataque, aunque lleve desde el 16 de noviembre sin encestar el 50% de sus tiros y haya tenido noches de 1 de 9 y 3 de 15 entre medias. Tal vez Portland pueda repartir mejor los minutos de Lillard con algunos de los suplentes para ayudar a la segunda unidad como ocurrió contra Dallas, pero los números sugieren que el principal factor en la ecuación es el jugador franquicia de los Blazers, que hace mejor a casi cualquier jugador que le pongan al lado.