70 millones es mucho dinero, cuando se hace una inversión así se pide un gran rendimiento; pero, de momento, este no está siendo el caso de Wesley Matthews. El escolta ha sido muy irregular en este inicio de campaña, ha tenido varios partidos con un buen acierto pero también unos cuantos realmente malos, en los que se le ha podido considerar una carga; él lo tiene claro: «Ahora mismo apesto».
Y es que el partido de Matthews en la derrota de los Mavs contra los Rockets 96-100 fue realmente malo. Lanzó un paupérrimo 1 de 8 desde la línea de 3 y no supo arreglarlo con otra clase de lanzamientos, pues solo tiró un lanzamiento desde dentro y tampoco lo anotó.
«Estoy cansado de lastimar al equipo, cansado de fallar tiros. Lo dejo todo en cada partido. Lo dejé todo para volver y ya estoy listo. Estoy intentando eliminar las dudas. Nunca he sido indeciso ni tengo falta de confianza.»
La bajada en el rendimiento del escolta es evidente, en Portland Wesley era uno de los jugadores más peligrosos desde el perímetro de toda la NBA y era muy consistente en todas las facetas del lanzamiento; esta temporada está promediando un 34% de acierto y un 30% desde la línea de 3 puntos cuando solía promediar un 44% de TC y un 39% de P3.
A pesar de este desacierto, en la franquicia están contentos con él. Matthews está siendo uno de los mejores jugadores defensivos del equipo y muestra una gran intensidad en la pista, una energía que contagia al resto de sus compañeros.
Han sido unas duras palabras de un jugador duro y autoexigente. Con estas cualidades seguro que volvermos a ver al mejor Matthews o incluso una versión mejorada.