Trevor Ariza estaba siendo una pieza importante esta temporada en los Rockets, se podría incluso decir que era el pegamento que unía al equipo, jugando más que cualquiera excepto que Harden, con una media de 34,5 minutos por partido. Ariza es un jugador fiable, de los que esta temporada están faltando en Houston, y anoche ante su ex-equipo, 173 partidos seguidos jugando después, no jugó.
La lesión ocurrió en los primeros compases del partido en Brooklyn. Apenas habían pasado 5 minutos cuando Ariza se adentró en la pintura de los Nets para soltar el balón hacia la red. Pudo ser mala suerte, un resbalón tonto o un leve empujón de Brook Lopez el que hizo que Ariza no se apoyase correctamente y cayese al suelo sobre su espalda, el caso es que la pelota entró y el partido siguió pero Trevor no se encontraba defendiendo. Los árbitros se percataron de que Ariza seguía en el suelo doliéndose y pararon el partido, fue sustituido por Brewer, salió de la cancha hacia los vestuarios y no volvió a salir.
Anoche, ante los Wizards, Ariza salió a probarse con el resto del equipo pero decidió finalmente no jugar. El jugador habló tras el partido sobre esto:
«Lo intenté pero me sentía realmente dolorido. No podía hacer cosas que normalmente estoy capacitado para hacer así que no tenía ningún sentido que saliese a la cancha.»
Ariza también habló sobre Washington:
«He disfrutado de mi tiempo aquí [en Washington]. Me gustaría haber jugado pero estoy feliz porque fuimos capaces de llevarnos la victoria y al menos estuve aquí para verlo y ver a los fans.»
También tuvo unas palabras sobre su ex-entrenador Kevin McHale:
«Perder a nuestro entrenador fue una situación desafortunada porque porque era muy querido aquí. A veces es lo que pasa en los negocios. Nosotros tenemos que continuar para ser mejores, continuar confiando en nosotros y jugar lo mejor que podamos durante los 48 minutos.»
El alero estaba siendo uno de los jugadores más importantes en los últimos partidos, clave en los últimos cuartos con una presencia defensiva que ha dado más de un partido a los Cohetes, sumado a su buen estado de forma desde la línea de 3 puntos, siendo el mejor del equipo en esa faceta. Eso y sus 14,3 puntos, 4 rebotes y 1,3 asistencias en sus 3 últimos partidos, son números que dicen poco de un jugador que hace mucho más de lo que demuestran sus estadísticas.
Esta noche, a pesar de su condición «dudosa» Ariza fue descartado, y los Rockets, conscientes de las posibilidades de que eso ocurriera, decidieron recuperar a K. C. McDaniels, el alero que había sido asignado a la D-League la semana pasada, y que contaba con unos nada malos números de 15,5 puntos con un 46,6% de acierto y 8.5 rebotes con los Vipers. Bickerstaff no había contado mucho con él, jugando solo 36 minutos en 7 partidos con el equipo, y este partido para bien o para mal no fue distinto, quedándose todo el partido en el banquillo. Esta decisión pudo ser tomada en parte por una enfermedad que McDaniels había contraído el día anterior, aún así, el jugador se encontraba disponible para jugar y finalmente no lo hizo.
Anoche en la victoria ante Wizards, los Rockets pudierton notar la falta de Ariza, a pesar de un notable partido de Brewer (15p/3a/7r) que le sustituyó en el puesto de 3 y parece que empieza a despegar tras un inicio de temporada algo lamentable, en los momentos de mayor desequilibrio de los Rockets que perdieron una ventaja de 12 puntos en el tercer cuarto después de 5 pérdidas y 6 contraataques seguidos en un parcial de 13-0. Afortunadamente para los tejanos, y gracias en gran parte a un James Harden estelar (42p/7a/9r), lograron sobreponerse y conseguir la victoria para ponerse 11-12, dentro de la zona de playoffs. Aunque de momento no está confirmado, podremos ver seguramente a Ariza en la madrugada del Sábado, cuando los Rockets reciban a los Lakers de Kobe en el Toyota Center.