Desde hace ya unos cuantos partidos, Danilo Gallinari suele comenzar los encuentros como máximo anotador del equipo. Al llegar el término del primer y segundo cuarto suele haber anotado con consistencia, algo que ayuda siempre a que el equipo no se descuelgue del marcador en ningún momento. Sin embargo, sus segundas mitades están dejando que desear.
Sin ir más lejos, en el último encuentro frente a Orlando, Gallo logró anotar 11 puntos en el primer cuarto por tan solo dos en lo que restó de partido, con un pésimo 1 de 6 en tiros de campo.
Ante los problemas del italiano, Malone no se ha quedado de brazos cruzados, y múltiples han sido las ocasiones en que ambos se han reunido con tal de determinar el motivo de la baja producción del italiano, que a pesar de los problemas, sigue siendo el máximo anotador del equipo.
«Le pregunté si tenía alguna idea para explicar una diferencia tan drástica entre la primera y la segunda parte,» dijo Malone. «No pudo señalar nada en claro, yo tampoco pude. Hemos hablado sobre la posibilidad de que juegue menos en la primera mitad, y usarle más en la segunda mitad. Pero no estoy seguro de qué es y él tampoco lo está.»
Hay dos situaciones en especial en que el desempeño de Gallinari decrece excesivamente: Las segundas mitades en casa, y los últimos cuartos tanto de local como de visitante.
Los porcentajes de Gallo en las segundas mitades en casa son de 27.8% en tiros de campo, y de 22.7% en triples, promediando tan solo 6.1 puntos. Unos números pésimos para el que debe ser el líder ofensivo del equipo.
Si vamos ahora a echar un vistazo a los últimos cuartos de Gallo, su porcentaje en tiros de campo aumenta hasta un 34.2%, pero el acierto en el tiro de 3 disminuye hasta un pobre 15.4%.
«He de dar un paso adelante en mi juego y ser un mejor jugador en la segunda mitad,» dijo Gallinari.
Aunque cierto es que este bajón de nivel en las segundas mitades no afecta solo a Gallo, sino al equipo en general. Hemos de entender también que probablemente Gallo sea una de las principales causas por las que el rendimiento del equipo se ve afectado en las segundas mitades. Es teóricamente el líder en cancha del equipo, el jugador con más recursos ofensivos y sobre el que más peso recae en el apartado ofensivo del equipo, por lo que debe dar un paso adelante y demostrar al equipo que pueden contar con él en cualquier momento.