Muy felices se las presumían en Movistar Estudiantes antes de empezar la temporada, con un equipo joven, rodeado de talento estadounidense y de la veteranía de dos hombres curtidos en mil batallas, como Martín y Salgado, además de todo un subcampeón del mundo como Bircevic y con el fichaje de Diego Ocampo, artífice del mejor año de UCAM Murcia en su primera temporada como primer entrenador.
No tardó el equipo colegial en despertar de su sueño, derrota tras derrota, estamos en la jornada 10 y los hombres del Ramiro solo suman una victoria en su casillero. Además no ha habido semana fácil, los americanos no han dado la talla, los dos primeros pivtos que se ficharon no tardaron en irse, de hecho el primero, Ofoegbu, nunca apareció por Madrid, y los problemas físicos han empezado a hacer acto de presencia en ciertos jugadores. Lo que empezó como un proyecto a medio plazo empieza a tener tintes dramáticos y, como siempre, todas las mirillas apuntan a un único objetivo, Diego Ocampo.
Un entrenador joven, con un equipo aun más joven. Tiempo es lo que necesita el equipo, y justamente tiempo es lo que no tiene ya Movistar Estudiantes, hundido en la penúltima posición de la tabla. El pasado domingo, ante Morabanc Andorra se vio a un equipo desalmado, sin recursos, la pitada de la afición fue para tenerla muy en cuenta. Los aficionados explotaron, como el día de las dos prórrogas ante el CAI, si bien es cierto que la falta no pitada a Nacho Martín tapó de alguna manera el descosido.
Se exigen resultados inmediatos. Los dos próximos partidos son fuera, en Bilbao y en Fuenlabrada, se busca con urgencia una victoria que calme los ánimos y reste presión a Ocampo. La plantilla le quiere, uno de los canteranos y de los que menos peso tiene el equipo lo comentaba en la cena de equipo y afición, «echar al mister sería una cagada. Estamos a muerte con él. Puedo jugar más o menos, pero le quiero y le queremos. Es un gran entrenador y necesita tiempo«. No era el único, «estamos contentos con Diego, le prefiero antes que a Txus, por ejemplo. No solo por su trato y su forma de ser como persona, es muy cercano y trabaja duro, confiamos en su método y llegarán los resultados«.
No opina lo mismo la afición, gritos de «Ocampo vete ya«, «Ocampo dimisión«, se han podido escuchar en el Palacio de los Deportes en las últimas fechas con cierta regularidad. Hay sectores de la afición que no entiende la carga de minutos de Javi Salgado o el ostracismo de Juancho en las últimas jornadas, «decisiones técnicas», decía Ocampo en rueda de prensa.
Solo falta saber qué piensa la directiva, y según los compañeros de encestando.es, la cosa está muy discutida, y los dos próximos partidos juzgaran las suerte del entrenador gallego.