Es complicado sentirse feliz en Houston este año, un equipo con potencial de campeón que, tras uno de los mejores años desde la «era Olajuwon» y haber mejorado la plantilla, pintaba muy bien. Sin embargo, la realidad es otra, el récord es de 12-14 (a 12 de igualar las derrotas de toda la temporada pasada), el equipo no tiene regularidad y los playoffs penden de un hilo.
Después de los rumores los últimos días, parece que Howard se había sumado a esa «infelicidad», pero no por temas deportivos, sino por sentirse infeliz por no ser la estrella del equipo, puesto que ocupa James Harden. Cuando se le preguntó después de la derrota ante Sacramento, el pívot respondió muy claramente:
«Yo no he dicho nada a nadie de nada. Las personas crean mentiras y rumores. Ese nunca ha sido mi enfoque. Estoy tratando de conseguir que estos tíos y yo mismo juguemos mejor.»
«La gente va a decir lo que tengan que decir para conseguir una buena historia, siempre va a llegar a algún rumor o mentira. Esto es lo que es, y no quiero que mis compañeros de equipo se fijen en eso.»
«Quiero que ganemos. Hemos tenido dos derrotas desagradables y estamos todos frustrados porque sabemos que podemos jugar mejor. No he dicho a ningún reportero o a nadie que estoy infeliz. Eso es solo ruido.»
Así, Howard ha descartado los rumores que le situaban en Miami en un trade con Whiteside, por lo menos de momento, aunque cuesta creer que no se sienta infeliz con la situación del equipo y sus dos derrotas seguidas. Dwight Howard llegó a los Rockets en 2013 y este sería su tercer y último año de contrato si decide no continuar (el cuarto año es player option) así que si realmente no se siente a gusto, los Rockets podrían intentar sacar algo antes que dejarle ir sin más, aunque el pívot se ha encargado de dejar bien claro que lo está.