En Toronto tenemos un problema, y uno de los grandes. Los líderes como DeRozan, Lowry o Valanciunas no pueden ser siempre los que saquen las castañas del fuego a los demás jugadores, porque cuando ellos no estén presentes ¿Quién lo hará?
En el último partido contra Indiana se vio un claro desacierto por parte de los jugadores de Toronto Raptors. DeRozan y Lowry tuvieron que hacer lo que estuvo en sus manos para no echar el partido por la culata, firmando cada uno de ellos veinte puntos, ya que sus compañeros no estuvieron muy por la labor. Ross pasó a ser titular, pero dando una mala imagen encestando tan solo diez puntos en treinta minutos, y los demás jugadores no pasaron ninguno de dos cifras, algo que decepcionó bastante a su entrenador Dwane Casey.
Casey no estuvo orgulloso del partido de su equipo, ante los medios dejó clara una cosa, «esta segunda unidad Raptor tiene que ponerse las pilas». Sus líderes no pueden estar en todo momento ayudándoles.
Luis Scola, Ross, Joseph, Biyombo… jugadores que pueden dar la talla perfectamente, aunque de momento parece que se les ve un poco mermados a la hora de blandir su juego sobre el parqué.
Valanciunas no tiene pinta de que llegue pronto, pues se diagnostica que hasta enero no va a estar de nuevo por las pistas debido a sus problemas en la mano izquierda, y Carroll también se le pronostica fuera por un tiempo.
Si quieren seguir a flote en la división Este y mantener ese quinto puesto o superarlo, Casey tiene que pensar como un verdadero estratega y administrar bien el tiempo de juego a cada jugador, para que así el banquillo Raptor saque lo mejor de sí para apoyar a sus líderes, Lowry y DeRozan.