Pocas situaciones similares se han visto en la NBA, y casi en cualquier gran deporte, en su historia moderna, como la de Hassan Whiteside. En poco más de una temporada, el pívot ha pasado de jugar en un país tan conflictivo como el Líbano a fichar por un equipo NBA. Lo que es más impresionante es que en sólo unos meses logró asentarse como jugador titular antes de finalizar la temporada; y, en lo que llevamos de temporada, ha logrado convertirse en el máximo taponador de la liga.
Concretamente, sus números se distribuyen de la siguiente manera: en anotación aporta 12.7 puntos con un 62.9% de acierto en tiros de campo. Además, suma 10.7 rebotes por noche, casi 3 de ellos ofensivos, y la tremenda cantidad de 4 tapones por encuentro. Sus números en los apartados de rebotes y tapones impresionan bastante y, de hecho, podrían llevarle a ser uno de los candidatos a defensor del año. Sin embargo, ¿es realmente buen defensor?
Observemos, en primer lugar, el rendimiento defensivo del equipo y veremos que quizás estemos engañados. Cuando Hassan se encuentra en la pista, los Heat encajan alrededor de 102.5 puntos por cada 100 posesiones, de acuerdo con las estadísticas de la web oficial de la NBA. La diferencia, alarmante diferencia, es que cuando el pívot se sienta en el banquillo, el equipo encaja 92.3 puntos. Algo más de 10 puntos menos cuando no está. Esto supone que cuando no juega, el equipo tiene la segunda mejor defensa de la liga, sólo por detrás de los Spurs. Por tanto, podemos decir que el equipo no ha construido la defensa a partir de Whiteside como cabría esperar, sino que tiene una buena defensa a pesar de él.
Erik Spoelstra, entrenador de los Heat, se vale mucho de los números, y sabe cómo aprovecharlo. Esto explica por qué Bosh es el único interior elegido para jugar por dentro en los minutos importantes, dejando a Whiteside relegado al banquillo. Así pues, el jugador se ha sentado en los séis últimos cuartos por completo, jugando un total de 4.8 minutos por partido en lo que va de temporada.
Por supuesto, que Whiteside esté descontento con Spo por esto no ha cogido a nadie por sorpresa. Él no quiere quedarse sentado en los minutos importantes, pero el entrenador sólo actúa conforme lo que los números indican: la defensa de Whiteside es insuficiente, pues el equipo recibe menos puntos cuando no está.
Cuando vamos a las estadísticas una vez más, observamos que el quinteto Dragic-Wade-Green-Winslow-Bosh es el que mejor rinde. No es de extrañar, pues se trata de un cinco que ofrece mucho espacio en ataque, mucha velocidad y agilidad mental en defensa. Por otro lado, el otro gran quinteto es el que reúne a Dragic-Wade-Deng-Bosh-Whiteside, que con bastantes más minutos, encaja un punto más por 100 posesiones.
Para saber qué falla en la defensa observemos la siguiente tabla, donde vemos el acierto rival con y sin Whiteside:
En la zona de carga y a media distancia, el acierto es ligeramente superior. Sin embargo, el porcentaje es sangrante en el triple. En las esquinas, el acierto rival aumenta un 14% en la izquierda y un 6% en la derecha. Por tanto, en equipo, la defensa de Whiteside es bastante deficiente a pesar de que individualmente sea realmente buena. Aunque sus números en el rebote y en tapones son impresionantes, lo son gracias a que sabe aprovechar su gran envergadura y físico en general. Su problema viene en que hay matices en las ayudas a los que no llega.
Por ejemplo, en el siguiente vídeo de SBnation vemos como se centra en el hombre equivocado, tapando una línea de pase ya cubierta y desprotegiendo consecuentemente la zona.
A veces, sencillamente llega tarde, en este caso por querer poner el tapón en lugar de ponerse delante del atacante:
Lo que debe hacer es llegar a las ayudas, y no sólo en la pintura, sino también por fuera para poder puntear los tiros exteriores. Según Michael Wallace, de ESPN, el equipo estuvo precisamente practicándolo en días previos al partido contra los Blazers.
«Es una diferencia de metro y medio más», decía Bosh tras el encuentro. «Para él, la diferencia es un mundo entero. Para nosotros, defensivamente nos permite cubrir mucho más terreno«.
Whiteside se aplicó, escuchó e intentó ponerlo en práctica. De hecho, Spoelstra se sintió seguro con él pista y por fin jugó casi el último cuarto entero, coincidiendo muchos minutos con Chris Bosh, una pareja que no acaba de resultar. A pesar del 47% de Portland en los últimos 12 minutos, el equipo logró recuperar la desventaja y ganar de once el último cuarto para llevarse una victoria que necesitaban como el agua.
En otros partidos, no siempre lograba hacerlo bien o no lo hacía. Había veces en las que sencillamente se le veía perdido e indeciso a la hora de salir al perímetro, lo cual reconoció después:
«Es algo con lo que tendré que lidiar«, decía a MiamiHerald. «No es como en los viejos tiempos en los que los jugadores grandes sólo se tenían que quedar en la zona y poner tapones. Portland entra en racha fácilmente, por lo que me vi obligado a salir en los bloqueos.»
«Sentí que en el último encuentro no lo hice lo suficiente», siguió. «Esta vez les dije que podía hacerlo. Les pedí que me dejaran ver si era capaz de salir en el bloqueo. Hemos visto que sí puedo.»
Efectivamente, lo demostró.
De hecho, Whiteside no tuvo problemas en salir y rápidamente recuperar su posición:
«Por eso mismo jugó toda la segunda parte», decía Spoelstra tras el encuentro a ESPN. «Hizo tantas cosas… Muchas jugadas que visteis – los tapones, rebotes…-, pero también muchas otras que no visteis, ya fuera en las coberturas en el pick and roll o llegar a defender contra tiradores.»
Si todo este esfuerzo se va al traste, Whiteside pasará mucho tiempo observando los minutos finales desde el banquillo. Sin embargo, si sigue progresando así en la defensa, parece que Spoelstra tendrá grandes dificultades para distribuir los minutos finales. Problema que, no obstante, tanto los Heat como Spo recibirían encantados.
*Texto original de Yaron Weitzman (Why are the Heat better defensively without the NBA’s best shot-blocker on the court)