Charles Barkley no dudó en deshacerse en elogios hacia Dirk Nowitzki. Considera al alemán como uno de los mejores ala-pívots en la historia de la liga sin nada que envidiar a muchos de los más grandes como Rick Barry o Oscar Robertson. Para el exjugador de los Suns —entre otros equipos—, Nowitzki tiene unos grandes recursos ofensivos tanto en el perímetro como en la pintura; una mezcla explosiva que lo hace muy difícil de defender para cualquier jugador.
Pero esta admiración no viene de hace poco tiempo; y es que Nowitzki ya deslumbró a Barkley desde que el alemán no era más que un joven gigante europeo que casi ni soñaba con jugar en la NBA. Barkley había viajado con algunos otros jugadores de la NBA para unos partidos de exhibición y, en uno de ellos, estaban en frente un jovencísimo Dirk, el cual deslumbró a propios y extraños:
«Nunca habíamos oído hablar de Dirk —solo tenía 17 años— y estábamos jugando un partido de exhibición y Dirk metió 28 puntos en la primera mitad. Y Scottie (Pippen) dijo: «Lo tengo, lo tengo. Dejádmelo a mí.». Dirk terminó con 52 puntos y le pregunté que quién era y a qué universidad iba a ir y me contestó que a ninguna, que se iba al ejército.»
Las conversaciones entre Barkley y Nowitzki no terminaron allí, y es que el alero intentó convencer al alemán de que firmase por su universidad, Auburn; pero no le salió bien la jugada. Dirk Nowitzki hizo el servicio militar obligatoria y, 3 años después de su recital contra Barkley, Pippen y compañía, no aceptó las muchas ofertas que le llegaron de varias universidades americanas para declararse elegible en el Draft del 1998, todo lo que vino después es ya historia de la NBA.