Las cosas no pintaban del todo bien para los de Illinois en el día de hoy, tras una pésima racha de tres encuentros consecutivos sin ganar, tocaba visitar el Chesapeake Energy Arena con motivo de la jornada navideña frente a uno de los -en teoría- rivales más duros de la Conferencia Oeste, que contaban sus tres últimos partidos por victorias. Añadiendo a todo lo anterior la baja de Joakim Noah tras su severa lesión en el hombro.
El partido comenzó dejando en los espectadores una ligera sensación de que los Thunder se habían presentado al partido con una notoria resaca navideña puesto que los tres primeros minutos de partido pudimos ver como el equipo de Donovan era incapaz de anotar una sola canasta mientras que los Bulls se hacían con un parcial de 0-11 que posteriormente evolucionaría a un 9-21. Sin embargo, es preciso destacar que estamos hablando de Chicago Bulls, ese equipo que a día de hoy es experto en dilapidar ventajas y hoy, pese a ser Navidad, no iba a ser diferente, y tras una serie de errores acompañados por unas buenas transiciones en ataque de los de Durant puso el marcador en 26-32 dejando a los locales con vida.
El inicio del segundo cuarto no fue sino la confirmación de que Oklahoma City Thunder se encontraba aún poseído por el espíritu navideño ya que tras los grandes esfuerzos realizados al final del primer cuarto para recortar distancias, permitieron al equipo red volver a poner tierra de por medio, situando el marcador en 37-49 aunque finalmente fueron capaces de marcharse al descanso con un 52-54 que hacía sembrar dudas en lo que al ganador del partido se refería.
El tercer cuarto comenzaba de nuevo con los de Hoiberg en estado de gracia mientras Oklahoma City Thunder, aletargado, era incapaz de evitar encajar de nuevo otro parcial desastroso de 0-8 en los tres primeros minutos tras salir a la cancha. Un parcial de 16-32 afianzaba a los Bulls como claro favoritos para lograr el partido, un favoritismo que más de algún seguidor vio peligrar tras una serie de malas acciones que casi da al traste con el trabajo realizado durante este cuarto, sin embargo y a diferencia de como ocurrió contra Phoenix Suns, esta vez hubo desenlace feliz y los de Chicago lograron la que sería su tercera victoria consecutiva el día de Navidad.
En el plano individual, Jimmy Butler se erigió como líder anotador del equipo una noche más con 23 puntos acompañados de 6 rebotes y 4 asistencias. Junto a él y alcanzando una noche más el doble-doble se situó Pau Gasol que aportó 21 puntos y 13 rebotes. Una de las principales razones por las que Chicago Bulls logró dominar bajo el aro fue Taj Gibson, con un juego mucho más maduro del que suele desplegar en condiciones normales, fue el baluarte red en la zona, tanto propia como enemiga, logrando encestar 13 puntos y capturar 10 rebotes.
Bastante menos brillante fue la actuación de Nikola Mirotic en una noche en la que solamente probó suerte desde la línea del triple errando cuatro de cinco lanzamientos en un total de 16 minutos que estuvo en cancha. Tony Snell tuvo una actuación testimonial, McDermott trató de aportar aunque finalizó con un triple conseguido de cuatro intentados y Portis mostró una cualidades intangibles bastante notorias que siguen alimentando las esperanzas de la afición del United Center de sacarle provecho a una de las últimas incorporaciones. Por otro lado, Rose con 19 puntos y una asistencia fue capaz de ganarle el duelo particular de bases a Rusell Westbrook.
En el lado local, el mejor fue Kevin Durant, que metió 29 puntos con 9 rebotes y 7 asistencias, acompañado de Russell Westbrook, que se fue hasta los 26 puntos, añadiendo 7 rebotes y 8 asistencias. Pero la pareja solo tuvo a Enes Kanter, con 14 puntos y 13 rebotes, haciéndoles algo de compañía en una mala noche para los Thunder en general.